Laberinto (Edwardx Draco )

Capitulo 10

"¿En realidad? ¿Puedes saborearlo? Draco abrazó felizmente a Edward, "¡Estoy tan feliz! Mi madre me dejó mucho, lo suficiente para que todos comieran cómodamente".

Draco tomó un montón de dulces y los puso en un plato, "Edward y yo vamos a salir a jugar. Si vuelves, deja que lo prueben. No sabe mal, aunque algunos tienen algunos efectos secundarios. Ah, Emmett, no me importa comer el caramelo ácido, pero ten cuidado, ahora te hará un agujero en la lengua.

Emmett estaba a punto de llevarse el caramelo a la boca cuando se detuvo, disgustado y lo apartó, "¿Quemar un agujero? ¿Por qué mis dulces son... por qué son tan peligrosos?

Draco reprimió una risa y arrastró a Edward escaleras arriba para empacar sus cosas. Si el clima todavía era tan agradable por la noche, tal vez podrían quedarse a pasar la noche.

Después de meter la tienda en su mochila, empezó a mirar otras cosas. Tenemos la carpa, traemos los dulces de Honey Duke (como merienda para Edward), almuerzo y cena para dos, ¡ah, y también traemos una escoba! Una vez que hayas preparado algún lugar, podrás salir en cualquier momento.

"Edward, montemos una escoba en el bosque, ¡definitivamente será interesante!" Draco sugirió felizmente.

"Está bien, pero ¿cómo llevar la mochila? ¿Es seguro llevarlo en una escoba? Edward parpadeó, aparentemente gustándole su idea.

Draco levantó la cara y dijo con arrogancia: "Por supuesto que es seguro, no me subestimes". Diciendo eso, agitó su varita una vez, "¡Reducio!"

La mochila se volvió pequeña y cabía en la palma de su mano, Draco miró a Edward con orgullo y descubrió que él también lo miraba con curiosidad.

"¿Todas las brujas hacen esto para cargar cosas pesadas?" Parpadeó y sus ojos dorados brillaron con magia.

Draco asintió, "Sí, eso es muy conveniente, ¿no?" Vamos, Edward, deberíamos irnos".

Edward tomó una mochila del tamaño del puño de un niño, la metió en el bolsillo de su cazadora, luego abrió la ventana y bromeó con Draco: "Sr. Malfoy, por favor".

Tomó la escoba y saltó. En un abrir y cerrar de ojos, lo vi sentado firmemente en la manija, flotando justo al lado del alféizar de la ventana, diciéndole a Edward: "Vamos, siéntate detrás de mí". Edward se sentó bien, agarró su cinturón sin apretar y dijo: "Espero que esta sea una buena escoba y no me haga caer".

"¡Oh, no te preocupes Edward, esta es la mejor escoba!" Draco se rió a carcajadas, lanzando un hechizo de ilusión sobre él.

Se aclaró la garganta, "Entonces, comencemos a disfrutar la emocionante experiencia de montar en una escoba, agárrate fuerte..." Antes de que Draco terminara de hablar, la escoba fue lanzada al aire.

Edward podía escuchar el viento soplando en ambos lados, cuanto más alto subían, Draco de repente giró el volante y corrió hacia el bosque, luego de repente giró, rápidamente cambió de dirección, de repente saltó hacia arriba, de repente se precipitó hacia abajo, de repente giró a la izquierda y luego a la derecha. . Fue un viaje confuso, pero los dos aun así caminaron suavemente por el bosque.

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Draco se detuvo junto a una rama de pino muy grande, Edward rápidamente saltó sobre ella, encontrándose con Draco, quien también saltó de la escoba.

"¿Cómo te sientes?" Draco no había volado en mucho tiempo así que estaba muy emocionado.

"¡Sí, extremadamente interesante!" El rostro de Edward también estaba radiante, incapaz de ocultar su sonrisa.

"Sabía que te gustaría." Draco entrecerró los ojos y sonrió, mirando hacia adelante de nuevo, "El paisaje aquí es tan hermoso". Arriba está el cielo azul claro, abajo hay enormes árboles. La distancia es tenue en la luz azul del ancho mar y la sombra de las montañas onduladas...

Los dos se apoyaron contra el tronco del árbol detrás de ellos, mirando juntos el paisaje exterior. La luz del sol penetraba a través de las delgadas nubes, brillando sobre Edward, su cuerpo brillaba.

"Esta es la mejor cita que he tenido". Susurró Draco.

Edward lo miró fijamente, la imagen de Draco reflejada en sus ojos dorados. Se inclinó para besarlo, Draco lo escuchó decir suavemente: "Esta también es mi mejor cita..."

Draco se dio cuenta de que en la vida siempre hay cosas que, por mucho tiempo que haya pasado, son recuerdos que nunca se desvanecen, que siempre son tan claros. La primera vez que montó una escoba, la primera vez que preparó con éxito una poción... Y esta fecha, como muchas de sus otras primicias, quedará grabada en su corazón y nunca la olvidará...