Hero

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11:00 p.m. En las calles ya no había nadie, todo negocio estaba cerrado y cada persona se encontraba en sus hogares.

La ciudad nunca se ha caracterizado por ser segura. Aquí desaparecen y mueren personas todo el tiempo. Aquí solo los que tienen dinero pueden vivir con tranquilidad, siempre y cuando no se metan con los equivocados.

Dentro de una de las casas más grandes, se encontraba el que era considerado el más poderoso Y no solo por la cantidad de dinero que poseía. Él es Hero

—Entonces, ¿Qué es exactamente lo que quieres que haga?— preguntó mientras tomaba un sorbo de vino —No, ya no hago ese tipo de trabajos. Puedo buscarlo y llevarlo hasta a ti, pero nada más.

Desde hace un tiempo, se dedicaba a hacer "negocios", él buscaba gente y los llevaba hasta los que lo hayan solicitado. No le importaba lo que les hicieran o lo que les pasara siempre y cuando le dieran su paga. Y de vez en cuando, y por la cantidad justa, el mismo los eliminaba, aunque esa parte ya la había dejado atrás.

Esta solo era una noche más, pero algo llamo su atención. Se sentía incómodo. Se sentía observado.

Busco con la mirada a su alrededor y dio con el causante, una silueta lo miraba desde la ventana.

—Sí, lo que sea. Piensa en la cantidad y me llamas— sin esperar respuesta cortó la llamada y se dirigió hacia aquella ventana, pero ya no había nadie. "Tal vez ya fue suficiente vino" pensó mientras sonreía mirando su copa y terminaba lo que restaba de la bebida, pero al levantar de nuevo la mirada ahí estaba de nuevo. No se le veía la cara, solo sabía que lo miraba, sin moverse, incluso parecía no respirar.

—¡Oye!— llamó —¿Quién eres y que haces ahí?— la persona, no se movió ni un milímetro, se quedó ahí observando. Y su mirada de pronto se sintieron como toda una multitud de ojos sobre él. El habiente estaba cada vez y más denso. El hombre se sentía observado, demasiado, y eso lo empezaba a incomodar

—Te hice una pregunta— volvió a llamar a la silueta tras la ventana, quien nuevamente no hizo nada. Hero estaba dispuesto a salir a enfrentar a la persona que estaba ahí, pero un estruendo lo detuvo abruptamente —¿Qué carajos?— el ruido venía de una de las habitaciones de arriba, se escuchaba desesperado, como si la persona que estuviera dentro temiera por su vida. Hero subió corriendo, quien fuera que le hiciera esa broma lo pagaría muy caro.

—¡PAPÁ!— Esa voz... —¡POR FAVOR, REGRESA!— Dio un paso atrás. Esa voz la recordaba, pero... ¿De dónde?

—Se lo ruego, señor, deje a mi familia fuera de esto— al darse la vuelta, estaba un hombre de no más de 35 años. Estaba arrodillado y lo sontenía de los tobillos, se oía desesperado. Y extrañamente también le parecía conocido.

—¿Quién eres? ¿Cómo entraste?— exigió saber, pero lo único que recibió fue llanto que poco a poco se empezó a tornar más femenino

—No tiene por qué hacer esto. ¿De verdad vale la pena arruinar vidas por unos cuantos billetes?— ahora, en lugar del hombre, se encontraba una mujer de unos 40 años, se miraba lastimada —¿De verdad lo vale?— El llanto cesó, la mujer se puso de pie y lo miró revelando su rostro. La conocía, de hecho, al hombre, la voz de ese niño y a todas las personas que aparecieron a su alrededor, las conocía.

—¿Lo merecía?— preguntaron todos al unísono y eso lo hizo estremecer —¿Lo disfrutaste?— sus voces se intensificaban con cada oración —Tenía mucho por vivir— Y cada vez se acercaban más y más —¡Confíe en ti!

Fue ahí cuando corrió tan rápido como le fue permitido, salió de su casa mientras esas personas lo seguían. Y a cada paso que daba sentía como si el suelo tras él se desmoronara poco a poco y manos salieran de la tierra y lo intentaran hacer caer.

¿De dónde habían salido? ¿Su mente le estaba jugando una broma? En sus sueños lo había perseguido la culpa, pero esto estaba escalando demasiado. Tal vez estaba soñando pero, entonces, ¿Por qué se sentía tan real?

Y finalmente cayó, volteo hacia arriba y se encontró con todas y cada una de las personas a las que había matado. Pero la que los lideraba tenía algo muy particular, su apariencia era mucho más joven a la de todos, no la reconocía, pero uno de sus ojos era completamente blanco y las venas alrededor del mismo resaltaban demasiado. 

La joven se acercó lentamente y le susurro "Bienvenido".

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Hola, primer capitulo de esta historia, espero que le puedan dar una oportunidad.

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Nos vemos pronto