¿Suggar Daddy? ¡Ran Haitani! Tokyo Revenger.

Tu manera de amar.

Hola, finalmente después de tanto tiempo les traigo el capítulo de esta novela/historia, de verdad perdonen la demora de meses.

Sin más que decir, empecemos.

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Había pasado un mes, las vacaciones habían comenzado, por lo que Bonten irían a la playa por algunos días. Pensaban que sería bueno ya que muy pocas veces salían en grupo. Ran tendría oportunidad de salir contigo y mostrarte la casa de la playa que tenia Bonten. Mikey estaba feliz porqué comeria muchos dorayakis hechos por ti, ya que te lo había pedido de favor.

Siempre pasabas hablando con los miembros de Bonten, con quien más hablabas por ahora exceptuando a Ran, era Rindou y Mikey, que impresionantemente, se volvió tu amigo. Muchas veces, los 2, te agradecían por quedarte con ellos por cuenta propia, ya que pudiste haber escapado o haberte ido incontables veces, pero no lo hiciste y todos ellos agradecen eso de tu parte. No podían creer que se encariñaron contigo, eras una persona maravillosa de esas que no se encuentran 2 veces.

Mientras que los otros agradecian el quedarte en Bonten, Ran agradecía el puro hecho de tu existencia, no podía pedir más. Tu presencia era lo único que necesitaba para ser feliz. No podías hablar mal de Ran, no habían tenido ningún problema, te trataba como una reina. Te compraba muchas cosas sin que tu lo pidieras, te daba rosas, algunas cartas que el te hacia aún que no sea su especialidad. Te daba mucha atención cuando estaba desocupado, estaba de un lado para otro contigo. Para el tu y Rindou son lo más importante en su vida. Sin embargo, por esa razón, a Ran lo perseguía algo que lo atormentaria por el resto de su vida, tenía mucho miedo de que les pasara algo. Esta dispuesto a dar su propia vida por salvarte o matar por hacerlo.

Sin embargo quería vivir sin esas preocupaciones. No sabía como, tendría que irse a un lugar donde realmente esté tranquilo contigo, aun que su hermano no podría estar siempre con él, eso lo tenía claro, pero quizá puedan vivir cerca. Ya que no quiere cortar contacto con el.

Ran trataba de tener un plan para así en un futuro estar juntos y tranquilos, se imaginaba irse a vivir a Europa, ha estado ahorrando billones desde que empezó en Bonten, por lo que buscar un trabajo seria algo para vivir normalmente. Pero también contaba tu opinión, después de pasar un buen tiempo en Bonten, el no quería que sufrieras el mismo sentimiento que cuando se conocieron. No sabía como decírtelo.

Mikey se había acercado más a ti, al principio había sido por las comidas y postres que preparabas, poco a poco, fue conociendote y hablando más contigo llegando al punto de que la mayoría del tiempo lo pasaba contigo, los 2 haciendo postres (Mikey ayudaba comiéndose el chocolate de los dorayakis). Se fue acostumbrando a tu presencia al pasar del tiempo. Todos sabemos lo que significa esto. Mikey había desarrolado un sentimiento hacía ti. Descubrir cual era, sería difícil. Ran había notado un comportamiento raro en Mikey, en el fondo, sabía lo que venía.

Ran estaba pensando, sentado en la orilla de su cama, esperando a que todos estuvieran listos. Llegaste a la habitación de Ran, ya que anteriormente estabas cocinando colaciones y postres para el viaje junto a Kakucho y Mikey, como siempre comiéndose el chocolate de los dorayakis.

Ran seguía pensando, lo miraste extrañada mientras cerrabas la puerta detrás de ti. Con el ruido de la puerta los pensamientos de Ran fueron interrumpidos, fijándose que la persona que ahora se encontraba frente a él lo miraba con preocupación.

-Ran, ¿Esta todo bien?- preguntaste mientras caminabas quedando frente de él, haciendo que su mirada subiera para toparse con la tuya.

Pensó unos minutos en decirte lo que pasaba por su mente, el plan, ese tema que no lo dejaba dormir en paz. Pero si lo soltaba sería muy directo, pero el preferia comunicarte los temas que lo mantenian intranquilo, y así no tener discusiones. Bajo la cabeza y lentamente se levantó, ahora el mirándote desde arriba, ya que era más alto. Su expresión era sería y preocupada. No pensó mucho en que decir, ya que la costumbre de ser directo al hablar se activo.