¿Suggar Daddy? ¡Ran Haitani! Tokyo Revenger.

Traición.

Wenaswenas, aquí les vengo dejando otro cap, ojalá lo disfruten. :D

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-¿Todo quedo grabado cierto?- Pregunto el pelimorado que estaba con Sanzu en la sala donde tenían sus objetos tecnológicos.

-Si. De igual manera, los micrófonos seguirán funcionando hasta que la batería se acabe.- Menciono Sanzu tomando un sorbo de su vaso.

-Entiendo, ¿Cuanto duran las baterías?- Ran estaba interesado de saber tu reacción a esto.

-Ah... Como 3 o 4 días.-

-Han pasado 2, eso quiere decir que queda 1 o 2 más.- Ran agarro la radio y comenzó a dirigirse a su habitación, donde te encontrabas tu. -Gracias por la ayuda Sanzu.- Paro en seco antes de salir de la habitación, saco una bolsa de su abrigo y se la entrego a Sanzu. -Tu pago.-

Sanzu asintió y bajo a la sala donde se encontraban los miembros de Bonten. Por otro lado, Ran iría a su habitación. Al llegar a esta abrió la puerta y verifico si te encontrabas despierta. Lo primero que vio fue a ti sentada en la cama abrazada a tus piernas pensando, tus ojos estaban algo hinchados por tanto llorar. Ran entró a la habitación y se sentó frente a ti en la cama.

-Hey... Creo que hay algo que necesitas oír.- Menciono Ran mientras te veía serio.

-Si es algo que quieres decirme, no lo escuchare.- Dijiste firme.

-No es sobre mi, es sobre ti.-

Ran encendió la grabación de la conversación de tus padres, tu quedaste perpleja al oír las voces de tus padres hablar por la radio. Escuchaste atentamente.

-Entonces... No ha vuelto a casa?- tu madre hablo. Lo reconociste de inmediato, era la voz de esa madre que en algún momento mostró afecto hacía ti.

-No. Tampoco están sus cosas, crees que se haya ido?- esta vez hablo tu padre, tu no comprendias, ¿ellos no estaban preocupados?

-Ojalá.- respondió tu madre. Te congelaste, ¿esto era cierto? Sentiste un sentimiento de traición. Te dolió.

Ran te miro mientras tu soltabas lágrimas.

-Solo nos causaba problemas, ¿sabes cuantas veces me llamaron de su escuela diciendo que ___ tendría que ir al psicólogo o socializar más con personas de su grado?- dijo tu madre molesta. Eso te hizo llorar aún más.

-Nos deshicimos de ella, y ni siquiera tuvimos que mancharnos las manos.- respondió tu padre.

-Paralo. No quiero escuchar más.- dijiste con tu voz quebrada.

Ran pauso la conversación entre tu madre y padre.

-El chico de cabello rosa puso micrófonos en tu casa una noche. Antes del secuestro. Es por eso que tenemos esto ahora.- Menciono el pelimorado mientras dejaba la radio en la mesita de noche. -Son unos hipócritas, ____. ¿Ya entiendes por qué debes quedarte conmigo?-

-Basta. No quiero hablar ahora, por favor, sal. Necesito pensar.- Estabas destrozada, ya no tenías a alguien con quier pudieras contar, alguien que pudiera apoyarte, alguien que pudiera salvarte.