Capítulo 6

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Después de haber realizado mi primera sesión de terapia con Ray, me sentía emocionada por el pequeño detalle que había logrado recordar. Haber recuperado un fragmento de mi memoria perdida me llenaba de esperanza y me impulsaba a seguir adelante en el proceso de recuperación. Sin embargo, esa emoción también estaba marcada por un conflicto interno.

Por un lado, ansiaba recordar más sobre mi pasado, conocer mi verdadera identidad y entender cómo había llegado a estar en la situación en la que me encontraba. Pero, por otro lado, sentía un temor creciente a enfrentar las verdades dolorosas que podrían surgir a medida que desenterrara recuerdos olvidados.

Me debatía entre el deseo de conocer mi historia y el miedo a lo que esa historia pudiera revelar. A pesar de mis temores, sabía que debía seguir adelante. No podía permitir que el miedo me detuviera en mi búsqueda de la verdad. 

Estuve leyendo durante un par de horas en mi habitación, sumergida en las páginas de un libro. El tiempo parecía deslizarse sin prisa mientras me sumergía en la historia. De repente, escuché ruidos procedentes de la cocina. Me levanté de la cama y caminé hasta allí para averiguar qué estaba sucediendo. Encontré a Ray sacando algunas ollas y sartenes de la despensa, mientras escuchaba música. 

 - ¿Qué estás haciendo, Ray? -pregunté, con curiosidad en mi voz-

Ray se volvió hacia mí con una sonrisa -Estoy preparando la cena. Pensé en hacer algo especial esta noche -respondió-

Intrigada, le pregunté -¿Puedo ayudarte en algo? No estoy segura de mis habilidades culinarias, pero me encantaría intentarlo.

Ray asintió con entusiasmo - ¡Claro que sí! Cocinar puede ser divertido, y siempre es bueno tener una ayuda extra en la cocina. Te puedo enseñar algunos trucos si quieres.

Entusiasmada ante la idea de aprender, respondí -Perfecto, ¡me encantaría aprender! -Añadí con una sonrisa- ¿Qué vamos a cocinar?

Ray rió suavemente -Haremos pasta. Suena delicioso, ¿no crees?

Esperaba que sí, aunque no recordaba haber comido pasta antes. Mientras tanto, Ray se ocupaba de hervir agua en una olla grande, preparando el escenario para la pasta. Mientras él se ocupaba de eso, yo me concentraba en revolver la carne molida en un sartén, asegurándome de que se cocinara a la perfección para acompañar nuestra futura comida. La cocina estaba llena de aromas deliciosos y el sonido reconfortante de la comida cocinándose lentamente.

Mientras seguía las instrucciones de Ray en la cocina, el delicioso aroma de la pasta y la salsa mezclándose me transportó a un recuerdo repentino. En ese instante, vi claramente a un chico frente a mí, con el cabello negro, la tez blanca y tatuajes adornando sus brazos y cuello. Sobre sus intensos ojos azules, llevaba un piercing en la ceja bien característico. Estábamos en un callejón solitario y oscuro, rodeados de bolsas de basura y cajas de cartón. El chico sostenía un plato de pasta con mucha salsa de tomate y, con una voz ronca y con algo de decepción en su voz, me decía que eso era todo lo que había logrado encontrar.

De repente, el recuerdo se desvaneció y me encontré de nuevo en la cocina, con Ray hablándome y preguntándome qué sucedía. Reaccioné, notando que la salsa se estaba pegando al sartén. Ray apagó la cocina y se concentró en mí, preocupado por mi repentino silencio.

- ¿Estás bien, Jane? ¿Qué ha pasado? -preguntó Ray con preocupación en su voz mientras se acercaba a mí.

-Tuve un recuerdo... -respondí con la mirada perdida en el horizonte, tratando de entender lo que acababa de pasar. Después de un momento de silencio, continué- Vi a un chico en mi mente, estaba en un callejón y... -hice una pausa, tratando de ordenar mis pensamientos- No recuerdo quién era, pero estaba compartiendo pasta con salsa de tomate. Es extraño...

Remember meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora