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Jimin estaba agotado cuando regresó a su apartamento, pero feliz al entrar y ver que el lugar seguía siendo cálido. Pensó en ducharse antes de ir a la cama pero acabó lavándose los dientes y metiéndose en su nido sin más ropa que sus bóxers. Se dijo a sí mismo que no se duchaba porque estaba cansado y no quería dormir con el pelo mojado. No tenía nada que ver con el hecho de que el aroma de Jungkook estaba sobre él haciéndole sentir pequeño, seguro y suave. Simplemente tenía sueño.

Conectó su teléfono y puso su alarma, colocando el dispositivo de nuevo en su mesita de noche. Se quedó en la oscuridad durante unos minutos, con la mente repitiendo la escena en la oficina de Jungkook. Jimin no tenía idea de cómo Jungkook era capaz de saber lo que quería y necesitaba sin que él tuviera que decírselo. Era como si el Alfa llegara hasta el fondo de él y sacara los deseos más desesperados a la superficie y los trajera a la vida. Honestamente, Jimin se había preocupado de no encontrar nunca a alguien que lo hiciera sentir tan bonito y sucio. Sabía que lo que tenía con el Alfa era temporal, pero eso no impedía que fuera increíble y más divertido de lo que había tenido en su vida.

Pensó en que el Alfa le había preguntado si podía hacer garganta profunda y en su respuesta negativa. Quería complacer a Jungkook, darle algo a cambio de todo lo que el Alfa estaba haciendo por él. Se acercó a su mesita de noche en la oscuridad, con los dedos revolviendo la áspera superficie de madera hasta encontrar su teléfono. Lo desbloqueó y lo acercó a su cara entrecerrando los ojos ante la brillante pantalla en la oscuridad. Abrió la aplicación del navegador e hizo una búsqueda en Google.

Busqueda: Cómo hacer una garganta profunda

Revisó los resultados, la mitad de los cuales eran sólo porno y encontró algunos artículos realmente útiles. Los leyó detenidamente, registrando la información y los consejos para más adelante. Un sitio web decía que lo mejor era practicar primero con un juguete porque así se acostumbraría a la sensación y aprendería a controlar su respuesta natural de náuseas. Jimin tenía unos cuantos juguetes en una cajita bajo su cama que utilizaba sobre todo para el celo o cuando estaba especialmente necesitado y no le bastaba con masturbarse. Dejó el teléfono y se inclinó sobre el borde de la cama, rebuscando hasta encontrar la pequeña caja de zapatos. La cogió y la levantó, quitando la tapa y utilizando la luz de su teléfono para elegir un juguete.

Seleccionó uno largo de color rosa bebé que era más suave que los demás. Pensó que sería mejor que no tuviera ninguna textura para crear resistencia. Lo cogió y tiró la caja hasta el final de la cama. Se sentía un poco sucio haciendo esto en medio de la noche, le recordaba a cuando era adolescente y trataba de masturbarse sin que sus padres lo oyeran o se enteraran. Se metió el juguete en la boca, el ligero sabor del caucho era un poco desagradable pero dejó que su saliva lo cubriera mientras lo metía y lo sacaba de la boca unas cuantas veces.

Cuando sintió que estaba listo lo empujó más hacia el fondo de su garganta. Tuvo una arcada inmediatamente y sacó el juguete, jadeando un momento antes de volver a abrirse y hacerlo de nuevo. Respiró profundamente por la nariz y se preparó para la sensación, concentrándose en controlar su garganta. Esta vez no se atragantó. Seguía sintiendo el impulso de atragantarse pero lo reprimió. Mantuvo el juguete allí durante unos instantes y luego lo retiró un poco. Trabajó en pequeños grados, primero dejando que la punta apenas rozara la parte posterior de su garganta, luego relajándose y dejando que se deslizara un poco por su garganta. Eso hizo que volviera a tener arcadas inmediatamente. Siguió intentándolo poco a poco hasta que pudo introducir unos dos centímetros de la cosa sin que le dieran arcadas inmediatamente.

Lo sacó de la boca y tosió con la garganta un poco irritada. Cogió su teléfono y vio que llevaba casi una hora intentando garganta profunda. Al día siguiente iba a estar agotado. Se levantó de la cama y fue al baño, lavó el juguete y lo secó antes de volver a meterlo en la caja y deslizarla de nuevo bajo su cama. Más tarde tendría tiempo para aprender a hacer la garganta profunda. Mañana iba a ser un zombi total en la universidad.

Bebé Vainilla - KookMin OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora