# Capitulo 1

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Snap Out of It Arctic Monkeys

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Snap Out of It
Arctic Monkeys

Habían pasado varios días desde que ese molesto chico no se le despegaba ni un solo segundo. No había momento en que su presencia no insistiera en permanecer a su lado con excusas baratas: entrenamientos, clubes, salidas con otros de sus amigos, etc. Excusas no faltaban para estar cerca suyo cuando se trataba del peliverde.

A sugerencia de Kokichi, su actual interés romántico, había comenzado una pequeña amistad superficial con su mejor amigo: Rantaro Amami, un joven de brillante aspecto físico, atractivo y con un estatus social bastante pulcro, conocido por ser la vanidad en persona y un temor de la escuela; era graciosa la similitud que tenía con un soberbio deportista de teen movie vieja, con la diferencia de que Rantaro era un poco más tolerable y bastante afino a la moda y tendencias del internet. No entendía qué tenía de diferente cómo para ser amigo de Kokichi pues en sus múltiples conversaciones por mensaje Kokichi había demostrado ser un retraído del mundo social, detestaba los grupos grandes y las personas superficiales entonces, ¿por qué era un amigo tan íntimo de Rantaro si él era todo lo que juzgaba? suponía que el tiempo cegaba ciertos aspectos de la persona por mero cariño y si le preguntaban a Saihara, Rantaro era molesto.

Era otro de esos días en que este le pedía esperarlo fuera de sus entrenamientos para ir a buscar al más pequeño del trío e irse todos juntos a casa. La idea de estar con el chico de sus sueños y con Taro al lado no sonaba del todo convincente pero...siempre estaba dispuesto a soportarlo si ese era el precio de escuchar las risas nerviosas de Ouma.

Miraba su teléfono con desgana escuchando a un grupo de atletas salir galantes de los vestidores, entre roncas risas y burlas al aspecto físico de Shuichi, burlas de las que ya se había acostumbrado por años y solo le quedaba esperar alguna voz familiar entre ellas.

- Gracias por esperarme, Kichi me avisó que se fué antes. - llegó cansado el joven radiante  guardando aún cosas dentro de su bolso escolar, tenía el cabello ligeramente mojado por la ducha rápida que se había tomado y aún se acomodaba resto de este detrás de sus orejas rellenas de relucientes piercings metálicos que hacían un curioso sonido al entrar en contacto con los anillos que lo adornaban en los dedos. No sabía qué tenía ese desgraciado para lograr verse bien la mayor parte del tiempo.

Shuichi miró con desgana asintiendo frustrado de no poder ver a Kokichi de regreso a casa en esa ocasión, era toda una lastima haber esperado por nada pues de saberlo hubiera ido por su cuenta desde hace mucho tiempo, en vez de tolerar burlas y esperar por nada. Extrañaba los días de buena suerte, días de buena suerte en que inclusive salían a comer algo que Rantaro invitaba. Era la única ventaja de salir con él, los pequeños regalos que hacía al conseguir tanto dinero por otros medios que prefería desconocer.

- ...no es nada, vámonos entonces.- Quería irse, permanecer ahí solo le daría más pesar y dolores de cabeza. Comenzó a caminar de lugar a la salida sin esperar que Rantaro lo siguiera, sabía que lo hacía pero no sé molestaba en confirmarlo.

Rantaro pareció notar el malestar que le provocaba no ver al petite esa tarde y, no era un secreto para él que Shuichi estaba profundamente enamorado de su mejor amigo.

Era solo lógico deducirlo, sus facciones faciales cuando estaba cerca suyo, el temblor en su mano cuando los tres se agarraban, su insistencia en permanecer juntos, conocía tan bien a sus amigos que era solo natural que supiera de aquel enamoramiento del que Ouma parecía no tener idea alguna. Pero si era honesto consigo mismo.....estaba celoso de ello, celoso de que Ouma fuera quién atrapó la atención del atractivo joven pues si, desde que lo vió por primera vez algo de curiosidad despertó dentro suyo, ¿qué se sentiría estar con una persona como Saihara? es decir, era antisocial pero no tímido, tartamudeaba cerca de una sola persona, sus opacos ojos dorados apenas y eran visibles sobre su gorra, su paso al caminar era lento y parecía tener horas de sueño tan insalubres que apenas y era capaz de existir sin una pastilla o bebida energética de por medio, era tan pero tan diferente al resto de personas con quiénes había estado que le llamaba la atención, lo veía digno de su amor. Romántico y lujurioso.

- ¿No quieres pasar a comer algo antes? ya sabes, yo invito. -  Hacía sus mejores esfuerzos por convencer al chico de quedarse a su lado un rato más, detestaba tener que suplicar pero por Shuichi lo haría cualquier día. No era una molestia insistir si eso significaba pasar más tiempo juntos y para su suerte Ouma no estaría esa tarde con ellos, era solo perfecto para sus planes.

- No, gracias, estoy un poco cansado y solo quiero irme a dormir. -  negó con la cabeza siguiendo su camino con Amami al costado, en verdad estaba fastidiado y no se veía contento con su compañía, Rantaro jamás había entendido qué de su personalidad le provocaba tanto rechazo a Shuichi como para no querer verlo siquiera a los ojos.

- Oww vamos, seguramente un café te anima. -

Y así fué como a regañadientes Taro fué capaz de arrastrar al chico hasta una cafetería que solían frecuentar muy seguido, la mayoría de veces gracias a Rantaro quién siempre, pero siempre debía tener alguna bebida en la mano. Desde una cerveza barata hasta un lujoso cóctel exclusivo, no podían faltarle las bebidas tratándose de él. Necesitaba hacerle una pequeña conversación banal para poder llegar al punto central, el motivo detrás de todas sus atenciones.

 Necesitaba hacerle una pequeña conversación banal para poder llegar al punto central, el motivo detrás de todas sus atenciones

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