•Amigos•

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-Oye Zack- dijo Garret
-¿Que paso?- dije mientras contestaba el ejercicio del señor Díaz
-¿Crees que nos podamos reunir? Hoy en la tarde
-¿Para que Garret?
-Me gustaría que me ayudaras con las materias. Seria un gran favor- dijo
-Si no te preocupes- le dije mientras le escribía mi dirección.
-Gracias Zack.

Termino la clase del señor Diaz e instantáneamente nos fuimos del dichoso salón.
A decir verdad, es algo extraño que alguien que a penas acabas de conocer hace 1 hora te pida ayuda para estudiar el primer día de clases.
Sospecho que hay algo mas ahí...

El día transcurrió mas lento de lo que pude haber soportado. A tal grado que me termine saliendo antes por que me sentía "mareado de muerte".
Llegue a mi casa, fui a la cocina y me sorprendió realmente que mi madre no estuviera cocinando algo ya que es aficionada a la cocina y a la gastronomía exageradamente... Tal vez hasta podría decir que es alocadamente obsesionada a eso...
La llame varias veces pero nadie me respondía. Al final opte por tomar una manzana y rápidamente subí a mi recamara para poder terminarme la manzana a gusto y dormir por lo que resta del día.
Hasta eso no estuvo tan mal el día de hoy. Conocí nuevas personas, (la mayoría son agradables, pero otras tantas... Mejor no mencionarlo...) logre reducir el número de golpes recibidos de parte de Edward Oslo y su grupo social de imbéciles corderos que solo lo siguen por la atención que el mundo adolescente les aporta. Son asquerosos. ¡Que les corten la cabeza! Imaginar que tienes el poder suficiente para hacerlo puede reconfortar mas que nada.

Abro los ojos y con esfuerzo de mas a penas puedo abrirlos. Ya son las seis y media de la tarde. Se supone que mi mamá llegaría hasta tarde por unos inconvenientes que se le "presentaron". Cuando por fin estoy despierto completamente, noto que quien esta tocando el timbre en realidad es Zack.
¡MIERDA! Se me olvido por completo Zack! ¡Y toda la casa esta hecha un desastre!
Pues ya ni modo. No es para tanto.

-Hola... No creí que si fueras a venir...- Le dije a Garret.
-Bueno, es que el semestre pasado tenia bajas calificaciones, y pues la consejera me pidió que buscará un tutor para que no me pasara otra vez...
-Ah ya...-
**Seguro es un chico de esos que se la pasan en el gimnasio o en entrenamientos y mientras en la escuela maltrata a los más débiles.** Pensé.
-Si... La muerte afecta más de lo que pensaba...
**Por eso no se juzga a las personas antes de conocerlas. Siempre lo eh dicho**
-Bueno Garret, ¿con que te gustaría empezar?
-Bueno, estaría perfecto biología. Lo mas sencillo siempre me cuesta mas trabajo, no se por que.- dijo mientras subíamos las escaleras para llegar a mi recamara.
Entramos a mi recamara, el se recostó sobre mi cama mientras yo iba por mis apuntes y mi libro de biología.
Tenía un presentimiento, de esos cuando sientes que algo malo va a pasar. Era como un gran vacío en el estomago. No le preste atención y regrese a mi recamara. Entre y vi que Garret se había quedado dormido.
-Garret...- Empece a darle pequeños empujones en el hombro.
**¡Ay Santa Madre de la Papaya! Tengo a un hombre en mi cama dormido, ¿que tengo que hacer? Bueno no seas idiota y despiértalo para poder empezar a estudiar. Pero por otro lado...** Pensé mientras colocaba delicadamente la mano izquierda sobre su (algo fornido) pecho.
**Tibio** Pensé. Y lentamente fui acercando a su boca.
Lo bese y casi inmediatamente despertó con los ojos desorbitados.

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