Amor es amor. || KiriDeku [Pausada]

•Capítulo dos•

Eijirō iba dando saltitos de emoción en dirección al reformatorio una vez más. Ese mismo día se cumplía una semana desde que tenía bajo su cuidado a Deku.

Había logrado un gran avance con él, tal vez de vez en cuando alguna amenaza salía de la boca del chico, pero ya se había acostumbrado y también sabía que algo de cariño por el habitaba en el gélido corazón de Deku.

Corrió por los pasillos a pesar de llevarse miradas. Al estar frente a la puerta la abrió dando un portazo.

Al enfocar la vista logró ver algo que le sorprendió demasiado. Deku vestía con una camiseta azul, unos shorts negros y zapatillas blancas. Su pelo no estaba esponjado y desordenado como siempre, de hecho se veía muy bien. Deku estaba sentadito en la silla al parecer esperándolo.

— ¡Hola Zuzu! — Sonrió sentándose en el asiento. — Te arreglaste. — Murmuró con felicidad.

Deku se sonrojó levemente. — Dijiste que saldríamos cuando pasara una semana. — Susurró con un ceño fruncido al pensar que Eijirō no cumpliría su promesa por la que en secreto había estado emocionado durante días.

— Así es. — Sacó una llave de su bolsillo yendo a la puerta que había en un costado de la habitación. — Ven, debes salir por aquí.

Deku caminó tranquilamente hasta la puerta, Eijirō la abrió tranquilamente y no se esperó que el pecoso le hiciera una llave y lo dejara en el suelo.

— ¡WAAH! ¿Que pasa Zuzu? — Preguntó extrañado al notar a Deku levantarse y sacudir su ropa.

— La costumbre, lo s-siento. — El Alfa se levantó de un salto al escuchar al menor disculparse por primera vez.

— ¡Te disculpaste! — Deku corrió la mirada cruzando los brazos.

— Cállate, ya me arrepentí.

— Vamos, ¡Tenemos muchas cosas por hacer hoy! — Ambos caminaron hacia la salida, lugar donde Eijirō recordó algo importante. — Zuzu, debo decirte algo.. — Susurró nervioso.

— Dilo y ya. — Deku tan amoroso como siempre.

— B-bueno, no te gustará. — El menor elevó una ceja. — Debo ponerte un collar. — Sacó de su bolsillo un collar con un tipo de luz que estaba apagada.

— Te mataré si me pones una mano encima. — Deku comenzó a reconsiderar si realmente quería salir mientras daba un paso atrás.

— ¡Vamos Zuzu prometo que no es tan malo! — Eijirō perseguía al peliverde quien daba vueltas por la habitación escapando del Alfa con el collar en mano.

— ¡Voy a parecer un perro de mierda, aléjate de mí idiota! — Gritó corriendo.

— ¡Zuzuuuuuu! — Eijirō logró alcanzar a Deku y para que este no escapara lo abrazó con todas sus fuerzas.