Una enfermera caminó hasta la habitación 213 y tocó la puerta antes de entrar levemente dando solo un paso.
— Hola Deku, recuerda que debes asistir a tu terapia en diez minutos. — El peliverde asintió guardando su cuadernillo.
Antes de cerrarlo le dió una ojeada y vió como en la hoja solo habían retratos y bosquejos de Eijirō, quizá solo ver al héroe le estaba afectando.
Se vistió y se puso una pulsera que le dieron para poder salir de su habitación. Con ella logró ir al pasillo y dirigirse a la oficina donde tomaba sus terapias.
— Pase. — Se escuchó.
El pecoso solo entró y se sentó en el sillón sin saludar ni nada. — Hoy no te tuvieron que traer a rastras, es un avance. — Sonrió el doctor.
— Cállate y comienza con las estúpidas preguntas. — No se llevaba bien con ese estúpido psicólogo.
— Creo que no estás de muy buen humor. — Dijo anotando algo en su libreta.
— El idiota no vino hoy. — Pensó para sus adentros. — No te importa.
— ¿Que te parece si hoy conversamos sobre tu rutina cuando estabas en la liga? — Preguntó despegando su vista del papel y acomodando sus lentes para mirarlo y tomarle atención.
Deku se quedó callado durante un tiempo. — Todos los días hacía lo mismo, no hay nada interesante que pensar.
— ¿Matar no es nada interesante? — El asesino apretó los dientes al estar siendo increpado.
Deku se mordió el labio dudando si soltar lo que tenía en la mente. — No quería, afo me obligaba.. — Murmuró bajando la mirada.
— ¿Afo? — El contrario asintió. — ¿O Tomura?
Un silencio domó la sala. — Tomura.
Rody anotó eso, tenía una leve idea de la manipulación que sufría el peliverde en ese lugar.
— Escucha, Deku. Se que aún no me tienes confianza, pero yo estoy dispuesto a escucharte en cuanto te sientas listo. No importa cuando sea, tu llámame, ¿Sí? — Tomó las manos del contrario quien le miró a los ojos y asintió.
— Está bien. — Tomó aire. — Pelos de escoba.
El mayor suspiró. — Jamás cambiaras mi apodo, ¿no? — Deku negó divertido. — Ahh.. Bien, puedo vivir con eso.
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Eijirō corría lo más rápido al reformatorio con una bolsa de papel en su mano. Esperaba que Deku no lo quisiera matar
Llegó corriendo y tocó la puerta. — Zuzu, ¿puedo entrar? — Preguntó con voz lastimera.
— Vete, idiota impuntual. — Escuchó dentro de la habitación.
— Perdón Zuzu, tuve un problema. — Mintió apoyándose en la puerta. — ¿Me dejas entrar, porfavor?
Hubo un gran silencio que Eijirō interpretó como un "Si", así que abrió la puerta y vió al pecoso acostado en su cama.
— Hola Zuzu. — Saludó siendo ignorado, agachó la cabeza viendo el empaque. — Me retrasé porque te traje algo.
Al parecer eso le interesó al peliverde y se acercó a la ventana sentándose en la silla cruzado de brazos.
— Toma. — Pasó la bolsa por un pequeño hueco y Deku la tomó viendo su contenido, Eijirō podía jurar que sus ojos brillaron al analizar lo que había dentro.
Tomó uno del empaque y se lo llevó a la boca para darle una pequeña mordida. Eran los bollos que había comprado en la tienda cuando fueron de paseo.
— Espero haberte comprado los que te gustan, tuve que preguntarle a la chica cuales habías pedido ese día. — Explicó viendo a Deku comer con los ojos iluminados y podía jurar, una leve sonrisa.
— Son tan ricos. — Murmuró satisfecho de haberle dado un gran mordisco a ese pan tan exquisito. — Te perdono por llegar tarde.
Eijirō sonrió. — Prometo que todos los miércoles te traeré bollos.
— Te mataré si no lo haces. — Ambos rieron.
— Por cierto. — Deku lo miró. — Las enfermeras me dijeron que no quieres tomar tus medicamentos y que te tienen que amarrar.
El menor se removió incómodo. — Son unas hijas de puta.
— ¿Porqué no quieres tomar tus medicinas? — Preguntó preocupado.
El contrario agachó la cabeza. — No sé tragar las pastillas y ellas son muy bruscas. — Murmuró avergonzado.
Eijirō esbozó una sonrisa. — Pediré que me den tus pastillas y yo te las daré, se me ocurre una solución.
— ¿Que diferencia hay si me las das tu o ellas?
— ¿Te gustan las gomitas? — Deku asintió. — Voy a comprar gomitas hechas con tu medicamento, así no se te hará difícil tomarlo.
El peliverde apretó los labios, se le hacía tan raro que alguien se preocupara por él. — Si, eso suena bien..
El estudiante se sentía muy feliz, puesto que los doctores le habían dicho que desde que comenzó a interactuar con él había tenido una gran mejora.
— Rody dijo que has asistido a tus terapias.
— El pelos de escoba es un chismoso, pero me cae bien. — Opinó con una sonrisa socarrona. — Es un imbécil, pero no es como los demás, no me trata como si le fuera a clavar un cuchillo en la espalda.
— Eso es bueno. — Dijo. — ¿Te gustó el paseo del otro día?
— ujuhm. Fue divertido. — Hubo un silencio. — Quería preguntarte algo.
— ¿Sí?
Deku tragó. — ¿Tu.. Sabes algo de... Dabi? — Preguntó nervioso tronando sus dedos para aliviar su tensión.
— ¿Dabi? — El menor asintió. — Creo que está en prisión con terapia.. Hawks está a cargo de él y según yo están saliendo.
Deku abrió los ojos en grande quedándose estático. Eijirō lo notó y se extrañó. — ¿Pasa algo, Zuzu?
— N-nada.. — El Alfa logró notar como el otro bajaba la cabeza. — ¿D-de veras está saliendo c-con alguien más? — Murmuró con la voz quebradiza.
— Bueno, no lo podría asegurar pero los eh visto besarse un par de veces. — Izuku se hacía pequeño en su asiento a la par que Eijirō hablaba. — ¿Estás bien, Zuzu?
El pecoso tragó saliva. — Mejor ve con el pelos de escoba porque dijo q-que quería hablar contigo.
— Está bien, nos vemos luego Zuzu.
Eijirō salió de la habitación y Deku se permitió soltar las lágrimas que llevaba reteniendo. Las gotas de agua se deslizaban por sus mejillas hasta caer en su pantalón blanco del uniforme del psiquiátrico.
— N-no es cierto.. no es verdad. — Pensó mordiendo sus uñas con ansiedad. — El no me haría eso.
Se tiró en la cama mojando la almohada con sus lágrimas. — No es verdad, no es verdad.. — Lloraba dando golpes al colchón. — É-el me ama, me prometió que lucharía por mí..
Los dedos de Deku comenzaron a sangrar de tantas mordidas que el pecoso le había provocado. Las sábanas blancas que vestía su cama se tiñeron de carmín y le importó poco el sonido de la puerta.
— ¡Zuzu!

21 • 05 • 24
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Amor es amor. || KiriDeku [Pausada]
Fanfic────Eijirō es un estudiante de la U.A el cual hará sus pasantías cuidando de un villano capturado para tratar de que cambie su mentalidad. ¿Qué hará cuando el villano sea quien le revuelva la cabeza y el corazón? •28/03/24