El juego de póquer

Capítulo 7

Harry había escuchado la "alarma" en el momento en que ella cruzó la puerta y comenzó a bajar las escaleras. Estaba lo suficientemente despierto como para "concederle" un salvoconducto, aunque estuvo muy tentado de dejarla intentar atravesar las defensas que había puesto para defender su hogar, pero ella era su amiga. Aún así, era domingo, no había clases hoy, y esperaba que después de ayer ella finalmente hubiera dejado de ser su despertador personal. En lugar de eso, aquí está, ahora que sabe dónde encontrarlo y tiene acceso, vuelve a bajar como si ni siquiera importara tener que bajar ocho tramos de escaleras para llegar a él en lugar de solo uno.

Ante la insistencia de Luna anoche, mientras estaban... mostrándole su nueva ropa de dormir, habían puesto el dormitorio en el Templo Griego, y él no se había molestado en cambiarlo, y todavía estaba demasiado cansado para hacerlo ahora. Entonces, cuando Hermione Granger irrumpió en su habitación como si fuera la dueña del lugar, fue atrapada por una visión muy inesperada. Es decir, una versión en vivo de una escena de cualquier historia basada en un harén de Las mil y una noches , con Harry en medio de la cama con su típico pijama de calzoncillos tipo bóxer, rodeado por todos lados y, en un caso, incluso cubierto por una tela escasa. mujeres jóvenes núbiles vestidas, con el fondo de pilares de mármol en lo alto de los Cielos.

"¡HARRY JAMES POTTER!" Parecía ser el nuevo saludo de Hermione para él. "¡¿CUÁL ES EL SIGNIFICADO DE ESTE?!"

En lugar de responder, Harry simplemente suspiró, miró a Luna igualmente despierta y le habló a su Primera: "¿Luna?"

"¿Sí, Harry?"

"Vista al mar, por favor." Después de todo, ella estaba más cerca del pilar que él.

"Sí, Harry."

Con un movimiento de su varita, que él realmente no quería pensar en dónde había estado guardando eso, el templo griego a su alrededor se volvió borroso y se desvaneció, para ser reemplazado por la interminable vista del océano con suaves olas. Y dio la casualidad de que Hermione, donde se había detenido al ver la cama, estaba justo fuera de la zona de seguridad de los cambios de Vista, y como no lo esperaba, no había nada que pudiera hacer para detener su caída al agua.

Farfullando, se mantuvo a flote hasta que se dio cuenta de lo que había sucedido y remó de regreso a la plataforma que rodeaba la cama, maldiciendo a Harry, con palabras, no con hechizos, durante todo el camino.

"Lo siento, Hermione", se disculpó perezosamente desde donde estaba acostado en la cama, acurrucándose más profundamente en el colchón lleno de agua, "pero es fin de semana y no me levantaré ni un minuto antes de lo absolutamente necesario. Hay toallas en el baño, y estoy segura que te encantará la bañera..."

"¡HARRY, TÚ—!" Hermione se detuvo al ver que estaba despertando a las chicas y, sinceramente, no podía mirarlas más sin ponerse histérica. "¡Bien!" gritó, luego se giró para irse, la puerta apareció frente a ella inmediatamente, como si estuviera tratando de compensar la broma de Harry.

"¿Luna?" Dijo Harry después de que la puerta desapareció y quedaron en una cama de agua en medio del océano.

"¿Sí, Harry?"

"Recuérdame que cierre esa puerta más tarde hoy", bostezó antes de volver a dormir.

"Sí, Harry."

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Harry se levantó una hora más tarde y descubrió que las niñas se habían vuelto a dormir con bastante facilidad después de una llamada de atención al nivel de Hermione. Salió de la cama y caminó hacia la sala de estar. Por un lado, se sentía bastante satisfecho con la broma exitosa, pero por otro lado, también se sentía mal por hacérselo a su amigo. Ella era una buena amiga y había estado trabajando muchas horas, tratando de ayudarlo con todo este lío contractual.