Mira que tenemos aquí

Sera, métete un palo por el-

Abrí los ojos lentamente solo para volver a cerrarlos de inmediato, podía sentir una presión ajena e incomoda en mi ala izquierda, y no podía sentir la derecha. La luz que venia de la ventana—que jamás cierro, pero eso no es mi culpa— no ayudaba al dolor de cabeza que sentía.

Se me había olvidado completamente que crear algo—en especial algo que pueda pensar por su cuenta— cansaba mi cuerpo y agotaba mi alma, juraba hace unos momentos...
Okay, no hace unos momentos, hace unas cuantas horas estaba tan concentrado que probablemente excedí mi capacidad.

Aunque me diera flojera contar, sabía que había más de cuarenta plumas faltantes en mi ala, sin mencionar a las exorcistas que cree nuevas por puro accidente, porque—
Por estúpido todavía no sabía cómo no cagarla. Eso me había costado más de tres plumas, eso era obvio por lo tan machucada que se veía mi ala, pero solo tres formaron almas completamente nuevas.

Ugh, espero que los otros no hayan formado animales.

Ahora tenía tres niñas de 12 años durmiendo en el sofá que está junto a mí, ya parecía mujeriego de tanta hija pequeña que tenia detrás de mí.
Y no he cogido a nadie por varios años ya.
Todas me seguían como si fuera de familia, el padre o un hermano, jamás entendí porqué.

"Mmmmh..."

Me quejo levemente, tenía tanto sueño que quería volver a quedarme dormido ahí mismo. Las sabanas se sentían acogedoras, tan suaves contra él como las plumas de las aves, no quería levantarme.

Era como si no hubiera gente junto a él.

...

Espera, ¿estaban junto a él?

Despertar con más de cien personas en una casa pequeña es una cosa, ya la habia vivido antes, lo aceptaba.

Tenía hasta una libreta donde anotaba las veces que pasaba, ¡por la mierda! Pasaba bastante.

Pero despertar con ellas en pilas, unas incluso encima de otras para dormir cerca de él o de sus alas, es un grado de raro mayor.

En especial porque parecía que se habían peleado para estar cerca.

Eh, un jueves.

No me imagino cómo es que alcanzaron tantas, sin mencionar qué pelea se perdió por quedarse dormido—

Oh, cierto, me desmayé.

Demonios, quisiera haber visto sus caras.

'Ugh... No me puedo mover...'

Pienso, mirando a todo lo que pudiera desde mi espacio en la cama.
¡Estaban hasta encima de mis alas!

Excepto a la que claramente le faltaban plumas, lo cual agradecía—pero no tanto—, la otra tenía a tres chicas encima, junto a Meredith.

Alcancé a ver a Lute en una de las esquinas, pero estaba tan lejos que solo pude suponer lo peor.

Tenía las memorias, forma de ser, todo, excepto que no iba a ser lo mismo.

Nunca lo era.

Con un intento de pararme, noté otra cosa, ¡estaban incluso encima de mis piernas!

Me va a molestar por todo el día, estoy seguro.

"Puta madre, chicas, que mierda."

Me quejo después de unos minutos, había estado tanto tiempo acostado que hasta pude escuchar el reloj de pared hacer tik tak por sobre los ronquidos de todas.

Levanto mi mano izquierda, siendo la única que está libre, para intentar separarme lentamente de las chicas a mi lado.

"Vamos..."