⚜【𝐒𝐨 𝐅𝐚𝐫 𝐀𝐰𝐚𝐲 - 𝐏𝐮𝐫𝐞 𝐕𝐞𝐬𝐬𝐞𝐥 𝐱 𝐆𝐫𝐢𝐦𝐦】⚜

𖠁【𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟐: 𝐋𝐚 𝐒𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐏𝐚𝐥𝐚𝐜𝐢𝐨】𖠁

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10 Años Después

— Empuña mejor ese aguijón, un caballero debe estar firme siempre a la hora de atacar.

Pure Vessel miro a los ojos de su oponente, fijando su atención en cada uno de sus movimientos, haciendo lo posible por igualar su velocidad. La tensión era palpable en la arena de entrenamiento del Palacio Blanco. Un aura electrizante cargaba el aire, erizando la piel de los dos guerreros que se enfrentaban en el centro del escenario.

La batalla comenzó, una danza de acero y movimiento que llenó el espacio con el sonido metálico de los Aguijones chocando entre sí. Cada golpe resonaba en las paredes de piedra blanca, creando una sinfonía de guerra que vibraba en los huesos de los presentes. Ze'mer, se movía con una gracia fluida, casi sobrenatural, esquivando los ataques de su pupilo con una facilidad desconcertante. Sus contraataques eran precisos y elegantes, cada golpe encontrando una abertura en la defensa de Pure Vessel con una precisión milimétrica.

El joven, por su parte, se defendía con una tenacidad admirable. Bloqueaba y esquivaba los ataques de Ze'mer con una determinación inquebrantable, una voluntad de hierro que la impulsaba a seguir luchando incluso cuando las posibilidades de victoria parecían escasas. Su mirada, fija en su oponente, brillaba con una intensidad feroz, reflejando la llama inextinguible que ardía en su interior.

— No te limites a defenderte, contraataca —Exclamó la contraria con una voz firme y decidida, sus palabras resonando en la arena como un desafío.

La vasija asintió con la cabeza, sus ojos brillando con un nuevo fuego. Sabía que, para ganar esta batalla, no solo debía defenderse, sino también atacar con astucia y precisión. Se concentró, afinando sus sentidos y anticipando los movimientos de su oponente. A medida que la batalla continuaba, comenzó a comprender la verdadera naturaleza del estilo de lucha de su oponente. No se basaba en la fuerza bruta o en la velocidad, sino en la fluidez y la precisión. Ze'mer utilizaba su Aguijón como una extensión de su propio cuerpo, moviéndose con una armonía y una gracia que la Vasija Pura nunca había visto antes. Cada ataque era una danza cuidadosamente coreografiada, una sinfonía de movimientos letales.

Con cada golpe, aprendía algo nuevo. Aprendía a leer los movimientos de su oponente, a anticipar sus ataques y a responder con una fluidez similar. La batalla se convirtió en una lección, una danza de aprendizaje y crecimiento donde cada ataque era una oportunidad para mejorar, cada defensa una muestra de la tenacidad que la impulsaba.

Finalmente, Ze'mer lanzó un ataque final, una estocada precisa y elegante que la vasija apenas logró bloquear. El golpe resonó en su armadura con un sonido metálico que heló la sangre, obligándola a retroceder varios pasos. Jadeó, exhausto pero llena de satisfacción. Había sido una batalla épica, un duelo que había llevado a ambos guerreros al límite de sus capacidades.

Un silencio reverencial se apoderó de la arena al finalizar la batalla. La quietud contrastaba con la intensidad que acababa de presenciarse, un contraste que acentuaba la solemnidad del momento. Pure Vessel, con su armadura ligeramente magullada, pero con la mirada firme, se inclinó en una profunda reverencia. Ze'mer, con una sonrisa serena que iluminaba su rostro, le devolvió la reverencia con un gesto de profunda satisfacción.

Los demás caballeros del Palacio Blanco, Hegemol, Dryya, Ogrimm e Isma, se acercaron al escenario de la batalla con pasos solemnes. Cada uno de ellos era un guerrero legendario, un pilar fundamental en la defensa de Hallownest. Hegemol, con su imponente figura y su mazo en mano, exudaba una fuerza bruta que solo se comparaba con su lealtad inquebrantable. Dryya, con su mirada penetrante y su sigilo incomparable, era una sombra ineludible en la oscuridad, siempre lista para asestar un golpe mortal. Ogrimm, con su armadura curtida por mil batallas y su espíritu indomable, era la personificación del honor y la valentía en el campo de batalla. E Isma, con su sabiduría ancestral y su aura serena, era la guardiana de la bondad y la armonía en el reino.