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HyunJin camina cabiz bajo con una pequeña canasta de dulces, llevaba un gran sudadera negra que le llegaba más abajo de los muslos y un short abajo que no se veía por el gran suéter.
Iba jugando son las líneas del piso, asegurándose de no pisar ninguna y tampoco de pisar algo que lo pueda lastimar aún más.
Estaba descalzo, sus pies tenían vendas por los cortes que se había hecho el día de ayer. Y aunque dolía un poco, era mejor ir descalzo por el lugar.
Cuando llegó a aquella puerta del metal dió un suspiro, peinando sus cabellos rosas que ahora estaban mucho más cortos y mal cortados.
Junghyung se volvió a enojar con el cuando vio un pequeño cristal en el piso, y se desquitó con su cabellito. Cortandolo arriba de sus orejas, o dejando mechones más largos.
Ahora se veía más feo.
─¿Puedes abrir la puerta Hoseok?─ susurra el Omega, viendo al Alfa que lo ve con pena.
─¿Esta vez no vas a ver a los nuevos?─ pregunto JiWon, apareciendo en su espalda.
─Lo haré, primero quiero ver a los niños. No los había visitado y siento que los estoy ignorando...─ el Omega dice, viendo como la puerta se abre.
─Ya sabes, tienes una hora HyunJin.
─Lo se, ahora déjenme solo─ Los Alfas hacen caso, marchandose a los pocos segundos.
Cuando la puerta está abierta HyunJin entra con la canasta de dulces, escuchando como la puerta se cierra a sus espaldas. Hace una mueca por el ruido pero pronto se transforma en una pequeña sonrisa, siendo dirigida a los pobres Alfas que estaban ahí.
La mayoría eran niños pequeños de 5 a 9 años, pequeños niños que habían sido separados de sus padres y ahora estaban en Paradise luchando por sobrevivir un día más.
Aunque había como tres niños que pasaban de los 11 años, pero estos estaban alejados o cuidando de los más pequeños. Aún así le habían devuelto la sonrisa y se habían acercado un poco hacia el.
─¡HyunJin!─ el Omega abre los brazos cuando ve que uno de los niños corre a abrazarle.
─¡Por fin viniste!─ HyunJin deja la canasta aún lado, sentándose mientras abraza al pequeño Alfa. ─Sabia que no nos ibas a abandonar. ¡Lo sabía!.
─¿Pensaron que los iba a abandonar?─ pregunta HyunJin con un puchero, haciendo reír a uno de los Alfitas.
─¡Si! ¡Cómo mi hermano!─ HyunJin borra su sonrisa cuando escucha al pequeño Sunno. ─Los doctores dijeron que lo iban a traer pero eso fue hace días... Creo que ya me abandono...
─Yo... El volverá mi amor, te lo aseguro─ mintió HyunJin, mostrando su dedo meñique. ─Te prometo que tú hermano vendrá.
─¡No debes prometerlo Jinnie!. ¡Yo sé que Jaemin nunca me va a abandonar!─ el pequeño Sunno comenta, seguro de sus palabras mientras levanta sus manitas.
