17 Otra Vez ||Adam Levine||

Capitulo 19

19

- ¡Tira la pelota Blake! - grité

Estábamos en la playa todos, Paul, Blake e Ian llevaban unos shorts de baño, negro, verde y azul, Candice, Kate y yo llevabamos bikini's, el de Kate rojo, el mío negro y el de Candice amarillo. Jugabamos Volleyball, mi equipo contra el de Blake.

En el equipo de Blake estaban Kate Paul y en el mío Ian y Candice.

- ¡Vamos nena! ¡No tenemos toda la tarde! - gritó Candice a Blake

- Ya voy gritones - dijo Blake

Golpeó la pelota y comenzamos a jugar.

El primer set ganamos nosotros y el segundo ellos, decidimos parar un rato y fuimos a darnos un chapuzón.

Volví a las toallas luego de tirarme al agua y miraba como mi hermanos y amigos jugaban en el agua. En un momento un cachorro golpeó mis piernas.

- Hola hermoso - acaricié su cabeza - ¿Que haces aquí? ¿Te perdiste?

- No, es mio

Mire hacia el frente y la luz del sol cegó mis ojos, agudice mi vista y vi sus hermosos ojos verdosos que tanto me encantaban

- Adam...

- ¿Como esas Mía? - preguntó él

- Bien... ¿Como estas tú?

- De maravilla, desde el día en
que fuimos a mi casa a jugar Mario Kart no he dejado de sonreír - dijo el con su bella sonrisa

- Estamos igual cariño - dije devolviendole la sonrisa

Adam agrandó su sonrisa mostrando su perfecta hilera de blancas perlas y tomó mi mano

- ¿Quieres jugar conmigo y Frankie?

- Claro - Tomé su mano y me levantó

- Uh... espera Mía

Tomó mi brazo y me jaló a su pecho, acunó mi rostro en sus manos y me besó.

Era un beso dulce, solo como el los sabía dar.

Me separé de él con una sonrisa mi corazón.

- Vamos a jugar amor - dijo Adam, volviendo a tomar mi mano y seguimos a Frankie, que corría en dirección al agua

***

- ¡Deja de mojarme Adam! - grité por enésima vez

- Esta bien - respondió cabizbajo

Metí mi mano al agua y le tiré un buen poco

- Eso no se vale Mía - gritó Adam corriendo hacía mí

- ¡Tu habías empezado! - grité corriendo en dirección contraria a Adam

- ¡Te atrapé!

Adam abrazó mi cintura y comenzó a besar mi cuello.

Me encantaba que lo hiciera, lo único que odiaba era que luego su barba dejaba rojiza mi piel.

- ¡No lo hagas Adam! ¡Me dan cosquillas!

- Entonces no me tires agua Mía - dijo ahora besando mis labios

Se separó de mí, me dejó en el suelo, pero seguía abrazándome

- Te quiero Mía, y mucho