MY BOYFRIEND IS A VAMPIRE!? (En revisión)

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By Bill.

Mi nombre es Bill Kaulitz soy originario de Whitechapel, tengo diecinueve años y, como ya sospechaban, soy un vampiro. Se que quieren saber más sobre mi y de si quiero hincarle o no los dientes a Tom -si quiero- pero antes de saciar su curiosidad debo de contarles una historia.

Hace siglos atrás, aparecieron los primeros vampiros en la tierra llamados los vampiros primigenios, nadie sabe como aparecieron, simplemente lo hicieron por obra de la naturaleza o quizás de algo más, nadie lo sabe. Ni siquiera otros vampiros.

Y al igual que los vampiros que ustedes conocen gracias a la ficción, ellos no podían tener descendencia, porque no corre sangre por sus venas así que sus mujeres no tenían la capacidad de gestar una vida porque jamás llegaban a tener la menstruación. No sabe con exactitud que es lo que corre por nuestras venas, sabemos que es un liquido similar a la sangre solo que más espeso, oscuro y cargado de veneno. La única forma de tener más vampiros era convirtiendo a otros en uno.

Pero ustedes dirán ¿Qué tiene que ver eso con la historia? Calma, que a eso voy.

Hace unos doscientos años apareció un clan de vampiros primigenios bautizado como "La sagrada familia" eran vampiros con la capacidad de gestar vida en sus vientres independientemente del género gracias a una mutación, tanto hombres como mujeres podían albergar vida y solo había una condición que cumplir para poder engendrar a un vampiro de nacimiento.

Era que ambos padres debían serlo, no importaba si uno era un pura sangre y el otro un convertido, simplemente tenían que ser vampiros y solo así nacería otro. Sin embargo, para conservar la pureza del linaje los miembros de la sagrada familia tenían prohibido mezclarse con vampiros convertidos, solo en ciertos casos se autorizaba la unión entre un miembro de la familia y un convertido.

El desarrollo de los vampiros de nacimiento era igual como el de un humano normal, la diferencia era que se quedaban estancados en cierta etapa del desarrollo y vivirían con esa apariencia por el resto de sus días, bastante similar a los convertidos que se quedan en la etapa en la que fueron moridos. No se sabe a ciencia cierta cuando ocurre este alto en el crecimiento pero la mayoría de pura sangre se quedaban igual que los vampiros primigenios, estancados en una apariencia que rondaba los veintitantos.

La sagrada familia se volvió algo así como la realeza para los vampiros, se encargaban de mantener el orden entre vampiros y humanos con ayuda del concejo, cuya cabeza siempre debía ser alguien de la sagrada familia, teniendo tratos con los cazadores de solo aniliquilar a aquellos que habían enloquecido, los tan temidos "Nosferatu"

Los Nosferatu, criaturas de la oscuridad que aterrorizaban noches, son vampiros que han perdido su "humanidad" siendo en su mayoría convertidos. Antaño eran miembros de la sociedad vampira, pero debido a diversas razones terminaban cayendo en la locura, ya fuera la perdida de un ser querido o la persona amada, el beber sangre de otro vampiro o simplemente el paso del tiempo.

Los vampiros vivían tantos años que era imposible que en algún punto no perdieran la razón al ver nacer, crecer, vivir y morir a miles de personas por cientos de años, personas que alguna vez fueron parte de su vida incluso siendo criaturas de la noche. La soledad terminaba por deteriorar su mente dejándolos en un abismo del cual nunca podrían salir.

Su apariencia se distorsiona y deforma, alejándose por completo de la elegancia y belleza etérea que caracteriza a los nuestros. Los Nosferatu adoptan una forma grotesca casi aterradora, con extremidades anormalmente alargadas, pieles pálidas, ojos rojos y brillantes que destilan una insaciable sed de sangre. No deben de ser confundidos con un pura sangre enojado, un nosferatu es mil veces más peligroso que un vampiro enojado, solo los cazadores y los pura sangre son capaces de acabar con ellos. Cada uno por distintas razones.

Su comportamiento se vuelve errático y violento, perdiendo toda conexión con su lado racional. Estos vampiros desatan el caos, alimentándose indiscriminadamente de otros seres y sembrando el terror entre humanos y vampiros por igual. Su sola presencia es suficiente para desencadenar un pánico colectivo, y su capacidad para esconderse en las sombras los hace depredadores difíciles de rastrear.

La Sagrada Familia, como la realeza vampírica, estableció acuerdos con cazadores para enfrentar y aniquilar a los Nosferatu a cambio de no dañar a los humanos, podían alimentarse de ellos más no podían hacerlo hasta matarlos. Este pacto servía como una línea para mantener el orden y proteger tanto a los humanos como a los no vivos de la amenaza que significaban los nosferatu.

Y así se mantuvo el equilibrio durante muchos años hasta que la sagrada familia despareció, o más bien, la hicieron desaparecer. Así como eran adorados por demás vampiros, también existían aquellos resentidos que veían a la sagrada familia como una amenaza para su sociedad. Fueron conspiraciones oscuras las que llevaron a la caída de la familia que gobernaba la sociedad vampira.

La noche en que la Sagrada Familia desapareció, hubo un tumulto entre las sombras. Cazadores y vampiros desleales, motivados por la envidia y el deseo de poder, conspiraron para derrocar a aquellos que consideraban una amenaza. Fueron aniquilados uno por uno de la forma más horrible en la que un vampiro pudiese morir, no tuvieron misericordia con nadie, ni siquiera con los recién nacidos que dormían placidamente en sus cunitas, totalmente ajenos a la masacre que desarrollaba fuera.

Se dice que algunos miembros de la familia lograron escapar, pero la mayoría fueron capturados y ejecutados. El Concejo Vampiro, que siempre había estado alineado con la Sagrada Familia, se vio obligado a aceptar a nuevos líderes y acomodarse a la nueva realidad que presentaba ahora la sociedad. Los Nosferatu, al no tener a los integrantes de la Sagrada Familia como un freno, comenzaron a multiplicarse y aterrorizar tanto a humanos como a vampiros.

Los cazadores en algún punto ya no serían suficientes, las nuevas generaciones no creían en la existencia de las criaturas de la noche, y cuando ya sea demasiado tarde rogaran a Dios por salvación.

Y ustedes dirán ¿Qué tiene que ver todo eso contigo?

Bueno, permitirme presentarme de nuevo.

Mi nombre es Bill Kaulitz, último miembro de la sagrada familia.

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Les advierto que es mi primera vez escribiendo algo con una trama tan compleja y en primera persona así que no me juzguen que algún día mejorare, (también puede que hayan algunos problemas de redacción pero eso lo editare después).

No recuerdo si esto lo mencione antes pero en esta historia tanto Bill como Tom tienen rastas, pero no cunda el pánico que ya aparecerán las trenzas de Tom.

¿Qué creen que fue el padre de Tom? ¿Un humano? ¿Un cazador? ¿O otra criatura sobrenatural?

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