05

150 21 5
                                    

By Tom.

Estaba en un lugar oscuro y humedo, iluminado tenuemente por la luz de la luna. Parecía ser un bosque, como esos que hay a las afueras de Whitechapel pero mucho más helado, como si estuviera cerca de la montaña.

¿Dónde demonios estoy?

Lo último que recuerdo es haber caído inconsciente fuera del preescolar de Jane y oir a Bill gritando mi nombre asustado. Debo de estar soñando, no hay otra respuesta lógica para esto.

Debe ser otra de esas pesadillas que he estado teniendo, aunque esta vez el escenario es diferente, casi siempre ocurren en un callejón y en ese mismo callejón es donde aparece Bill transformado en esa cosa horrible..

Bien, si he cambiado de escenario debe ser por algo ¿No?

Decidí adentrarme en el bosque, con el frio colandose por mi piel. Cada paso que daba resonaba en la quietud de la noche y a medida que avanzaba, el bosque parecía cerrarse cada vez más mi alrededor. La niebla se deslizaba entre los árboles, creando sombras inquietantes que danzaban junto a las copas de los arboles.

— Tom.. —

Alguien me llamaba, pero la niebla no me dejaba ver nada. No podía ni siquiera distinguir mi propia sombra.

— ¿Quién anda ahí? ¡Muestrate! —

No obtuve más que silencio, empezaba a creer que estaba volviéndome loco. No puedo estar escuchando voces en mi cabeza estando en un sueño ¿O si?

« Creo que he visto demasiadas películas de terror »

— No estamos locos  —

La figura de un hombre se materializó frente a mi, era yo, pero.. a la vez no se parecía a mi. Su cabello era negro (el mío es rubio), lo llevaba peinado en hileras de trenzas pegadas a la cabeza (yo uso rastas) y lo que más me llamo la atención fue el tatuaje de cruz en su cuello.

¿Qué significaba eso?

— ¿Quién eres? — pregunté.

Antes de poder obtener una respuesta la cabeza empezo a darme vueltas, obligándome a sujetarla entre mis manos.

— Tom, despierta por favor... — era un sonido lastimero. Como cuando intentas hablar mientras estas llorando.

¿Bill?

¿Bill estaba llorando?

Sentí como recobraba la consciencia lentamente. Abrí los ojos tratando de acostumbrarme a la luz artificial que me pegaba directo en ellos, el aire olía como a farmacia.

¿Estoy en el hospital?

— ¿Qué demonios fue eso? — susurré para mi mismo, tratando de incorporarme en la camilla pero había un peso extra que me lo impedía o más bien un cuerpo.

El cuerpo de un pelinegro que se aferraba a mi como si fuera a escurrirme entre sus dedos.

— Bill.. Bill — lo moví. — Despierta, debes ir a descansar —

¿Por qué lo mandaba a descansar en vez de preguntarle que me paso? Porque no hay que ser un genio para saber que me desmaye de nuevo, esta vez fuera del preescolar de Jane, y que ahora estoy en el hospital, seguramente llamo a una ambulancia y luego a mamá para avisarle lo que había pasado.

Lo único deprimente de esta situación es que él este aquí en vez de mi madre, pero que más da, ver a Bill es como un bálsamo para mi corazón porque todavía lo sigo queriendo mucho.

MY BOYFRIEND IS A VAMPIRE!? (En revisión)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora