7 Geidy

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En el escenario, ante las luces brillantes,
el corazón late con fuerza desbordante.
El miedo escénico se apodera de mi ser,
temor a fallar, a no poder vencer.

Las miradas expectantes, los ojos fijos en mí,
la presión del momento, la ansiedad sin fin.
Pero en medio de la incertidumbre y el temor,
encuentro la fuerza para seguir adelante con valor.

Respiro profundo, cierro los ojos un instante,
me conecto con mi interior, con mi voz resonante.
El escenario se convierte en mi refugio, en mi hogar,
donde puedo expresar mi arte, mi pasión sin cesar.

El miedo escénico se desvanece poco a poco,
dando paso a la confianza, al brillo en mis ojos locos.
Porque en el escenario, soy libre, soy yo misma,
y el miedo se transforma en energía pura, en una brisa fresca.

Así que enfrento el reto con valentía y determinación,
porque el miedo escénico no puede vencer mi pasión.
Y al final del acto, entre aplausos y emoción,
sé que el escenario siempre será mi bendición.

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