-Creo que sabías perfectamente que te quería, porque trate de demostrartelo de mil maneras y aún así decidiste dejarme -Ella limpio la lágrima de su mejilla- Pero yo no puedo cambiar tus sentimientos y tú ahora la tienes a ella.
-¿Me perdonas? -Dijo el ignorando la presencia de la gente que le rodeaba, mirándola con ojos de amor a pesar de saber que tenía novia-.
-Te perdono, pero aunque te perdone aún guardaré lo que sentí al verte partir.
Ella se retiró del lugar, no dejando que vieran que lloraba. Él se sentó en una banca y lloro con unas ganas insaciables.
Cuando ella regresó, volvió con una mirada fría y sin su rimel corrido, lo miro como algo tan insignificante, se acercó a él y le susurró al oído:
-Alguien ya sabe lo que se siente que te estés muriendo por una persona y esa persona sólo te vea como alguien más del salón.
