ღ nueve

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Eunchae observó como su mejor amigo tiraba a la cama absolutamente todas las prendas de su closet con desesperación, haciendo una mueca cuando el mismo comenzó a soltar chillidos ruidosos.

"¡Bien, basta!" la de pelo purpura lo alejó del closet y lo empujó hacia un lado "estás más histérico de lo común"

San hizo pucheros y sollozó, recostándose sobre el desorden que había hecho con su ropa.

"Esto es tu culpa" se excusó "fuiste tú quien dijo que invitará a Wooyoung, ahora en vez de divertirme voy a estar como un tomate cosido en la maldita fiesta"

La fémina rodó los ojos ante (a su parecer) la exageración del pelinegro. Era solo una cita, ya habían tenido varias de esas en estos últimos días.

"Creí que ya te habías acostumbrado a Wooyoung" se sentó sobre la cama.

"Querrás decir, él se acostumbró a mi" corrigió, su amiga rio.

"¿Y bien?"

"Bueno, tal vez, tenga solo un poquitito de miedo de que este no sea su ambiente" miró hacia una esquina de la habitación "eso de, eh, no quiero dejarle mala impresión y esa mierda"

"Realmente eres orgulloso" dijo con una sonrisa en su rostro "ya te lo dije, Sanie, estoy segura de que Wooyoung no es un inadaptado social ni algo por el estilo para sorprenderse por jóvenes bebiendo y bailando"

"Eso...-"

"Deja de crear preocupaciones innecesarias" interrumpió "si estás relajado, créeme que te irá mejor con él"

"Cállate" frunció el ceño, aunque Eunchae tenía razón.

Ella golpeó su cabeza con una de sus camisetas, mirándolo con reproche.

"Deja de ser tan terco, San"

"No soy terco, soy la definición de genial"

"¡No tenía absolutamente nada que ver con lo que dije!"

"¡No me grites!"

San también golpeó su cabeza pero esta vez con un pantalón.

"Aish" la de pelo purpura puso sus manos sobre su cabeza, acariciándola con cuidado "tu no cambias ¿verdad?"

"Así te encanto"

"No tengo tan malos gustos"

Él pelinegro terminó por sacarle la lengua de forma burlona.

Eran alrededor de las ocho treinta de la noche.

Decidió ir un poco más temprano a la hora indicada, pues quería prepararse un poco para no explotar al frente de Wooyoung. No podía mentir, en realidad sí que estaba nervioso, es cierto que ya habían tenido variedades de citas en lo que llevaban de conocerse, pero esto era diferente...

Tal vez, en algún momento, bailaría con Wooyoung o algo por el estilo o bebería con él o... bueno, estaba seguro de que habría más contacto físico de lo normal. Así que por esa misma razón se encontraba tan abochornado he impaciente, no quería arruinar las cosas con él mayor.

Se encargó de elegir las mejores ropas que tenía, o bueno, verse bonito para Wooyoung.

Su atuendo consistía en un top de manga larga que dejaba su pecho y hombros a la vista, un pantalón ancho de un color negro que se apegaba a sus caderas y tenía algunas rupturas las cuales dejaban ver parte de la piel de sus piernas, zapatos básicos, pendientes y un choker del cual salía una pequeña cadena.

Su rostro tenía un poco de maquillaje, nada fuera de lo normal.

Miro la hora en su celular, faltaban al menos unos diez minutos para que Wooyoung llegará al establecimiento y Eunchae igual.

Planeo ir por alguna bebida suave o ir al baño para retocarse, eso hasta que sintió una mano posarse sobre su hombro desnudó, se exaltó casi al segundo.

"Hey" escuchó una voz algo grave cerca de su oído, claramente, desconocida para él "¿estás solo, bonito?"

Sus labios se fruncieron en una mueca y se volteó hacía el hombre que estaba invadiendo su espacio personal, alejándolo de un empujón.

"Yo estoy esperando a alguien" intento mantener un tono neutro.

Él chico castaño le sonrió con burla, como si fuera una mentira lo que acababa de decir.

"Te veo muy sólo"

"Estoy bien así, gracias"

"Umm, claro" nuevamente se acercó hacia su persona, San dio un paso hacia atrás "puedo invitarte a un trago si quieres, ya sabes... para hablar"

"Amigo, no te lo tomes a mal, pero realmente no eres mi tipo" masculló, tal vez siendo directo se lo quitaría de encima.

Él hombre que, por su apariencia parecía ser mayor, tomó su brazo en lo que a simple vista podría ser un apretón delicado.

"Suéltame" habló en un tono duro.

"Me gustan los difíciles"

San soltó una enorme carcajada, este tipo en verdad creía que tenía el mundo a sus pies.

"Si yo lo quiero, puedo patear tus pequeñas bolas para que me dejes en paz" advirtió el pelinegro.

Él mayor también rio ante sus palabras, lo que lo cabreo aún más.

San jaló de su brazo en un intento de liberarse, pero el otro lo tomó con más fuerza para asegurarse de que no escaparía, poco después, tomando también su otra muñeca de la misma manera. Hizo una mueca de asco cuando él tipo lo acerco más a su anatomía, ladeó su cabeza de inmediato

Estuvo a punto de levantar su pierna y patear sus testículos como lo había prometido, eso hasta que captó una voz conocida para él venir cerca.

"Hey" unos dedos tocaron el hombro del tipo, causando que volteara su cabeza hacia un lado "te dijo que lo dejaras en paz"

Y luego vino el golpe que fue lo suficientemente fuerte como para tirarlo al piso.

Bueno, su cita no iba a salir tan perfecta como lo pensaba.

Gothic FemboyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora