Space Cowboy 🪐 Orslok x Rojuu

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Orslok

La habitación creo que era de las más caras. De primera vista me pareció bonita, tenía hasta Jacuzzi. Rojuu me dejó acostado en la cama y fue a buscar una botella de agua. Me la dio para que bebiera y me sentí mejor. Me sorprendi al escuchar mi voz ronca.

-¿Ya te encuentras mejor? Se quitó por completo la camisa. Era como me lo imaginaba y también tenía varios tatuajes, más o menos los veo mejor con la luz. Me encontraba vulnerable pero con muchas ganas de tener su polla metida en el culo. Para cuando se puso encima mía ya estaba sudando. Había vuelvo con unas cuerdas para atarme a la cama. Lo primer que hizo fue quitarme la sudadera junto a la camiseta y después me ató las manos al cabecero. Hice un gesto de intentarle soltar, el solo se rió.

Se posicionó encima mía y se sentó en mi entrepierna. ¿El iba a ser pasivo? Mmmm... Prefiero que no. Además que la tengo pequeña. A ver, no tanto para que no la note pero si que se follar. Espero que no le dé asco y me diga algo. Volvimos a besarnos mientras el brincaba, sus manos las tenía apoyadas en mi pecho, acariciándolo. Cuando estábamos sin aire dejó de besarme y pasó a dejarme chupones por el cuello. Me tuve que morder el labio cuando estrujó una de mis tetillas y después pasó la lengua y chupó. Siguio descendiendo hasta mi pantalón. Empecé a sentir inseguridad y me puse nervioso.

-P-para, p-porfa. Hablé entrecortado. Se detuvo y me miró. -La tengo pequeña. Hice una pausa para tomar aire. Me hizo un gesto como de que le daba igual. -Solo era eso.

-No te preocupes, amor. Empezó a quitarme el pantalón y el boxer. Tampoco está mal de tamaño. Solté un gemido al sentir su mano apretándome la polla. Me sentía un poco nervioso, como si está fuera mi primera vez... Bueno, en verdad si.

-¿Me puedes desatar? Volví a hacer el gesto de intentar soltarme. Me quitó las cuerdas y se acomodó entre mis piernas para chupármela. Volvió a masturbarme un poco más y así de una empezó a chupar, le entró toda en la boca. Parecía tener bastante experiencia en el asunto. A ratos era yo quien tomaba el control, embistiendole pero no muy fuerte y a veces le daba cachetadas tirando a flojas, tampoco quería dejarle marca o hacerle daño. Lo que si es que duró bastante y no fue la excepción, se rindió tras 20 minutos.

-Cabron, si que duras. Sonreí por el alago. Tiró un poco de mi cuerpo para que quedaba más al centro de la cama. Puso una almohada en mi espalda baja y subió mis piernas a sus hombros. Sabía lo que se venía. Me encontraba tranquilo a pesar de lo que estaba por suceder.

-Hazlo, solo hazlo. Lo miré con una sonrisa tranquila y le pasé un bote de lubricante que había en la mesa. Humedeció bien tres de sus dedos y me metió uno de forma lenta. Casi que no me había dado ni cuenta. Algunas veces he experimentado. -Mete otro, no siento nada.

-Si me dijiste que era tu primera vez. Me respondió un poco confundido pero accedió. Está vez sí que lo sentí más y solté un jadeo. Los movía a un ritmo lento por miedo a lastimarme.

-¿P-puedes h-hacerlo m-mas r-rapido? Pregunté un poco ansioso y obedeció. -Si quieres meter un tercero... Adelante.

-No me puedo contener más, amor... Sacó los dedos de adentro y se posicionó mejor entre mis piernas. Sabía lo que se venía, por fin. En su lugar el desgraciado rozaba su cipote contra mi entrada y hacia el amago de entrar.

-E-entra y-ya, hijo de puta. Rogué mirándolo. El soltó una risita.

-Ya, joder. ¿por qué eres tan impaciente? Finalmente sentí como me metia la polla. -¿Tanto te pongo, amor? Me sujetó por la cintura y terminó de entrar. Un poco más de la mitad y gemí un poco adolorido.