Haunting

149 27 4
                                    

0.9

"¿Y bien?" Un semblante curioso se apoderó de su rostro, vacilando por una respuesta.

"¿Está seguro, alteza? Es decir, no es estrictamente necesario"

JungKook se levantó del asiento frente al escritorio de madera color caoba. El olor a café impregnaba la habitación, provocando que el omega arrugara la nariz en un intento de ahuyentar sus ganas de inhalar el aroma hasta perder el sentido. Taehyung estaba nervioso e irritado.

Habían pasado dos semanas desde la noticia del gran banquete. Ambos jovenes habían estado entrenando casi todos los días, pero al caer el sol Taehyung comenzaba a dar vueltas por todo el castillo, nervioso, como si su cabeza estuviera llena de miles de pensamientos que hacían tanto ruido que JungKook podía escucharlos a través de las paredes. El alfa estaba preocupado por su padre, aún no recibían noticias y al mismo tiempo estaba molesto e irritado debido al banquete, pues no aprobaba dicho evento siendo conciente de la desalentadora situación de su reino.

Y por su parte, JungKook no podía consiliar el sueño. La culpa carcomia sus sentidos y la falta de sueño comenzaba a cobrarle factura en los entrenamientos, o quizá Taehyung estaba mejorando su técnica de batalla considerablemente. La causa de sus nervios efervescentes no era otra que su consciencia gritando cada segundo que él tenía una misión, que debía mantener informada a su gente respecto a todo... Pero aquello se sentía mal, no podía simplemente informar del banquete, pues bien sabía que La Rebelión no desaprovecharia la oportunidad de tomar La Casa Azul y eso no podía permitirlo.

No con Taehyung ahí.

Y estaba matándolo. Nunca pensó que el príncipe se volvería el centro de sus pensamientos en tan poco tiempo, mucho menos imaginó que entorpecería una misión para la que se había preparado toda su vida, pero no podía evitarlo. Tenía un sentimiento extendiendose por todos sus nervios, una fuerza extraña que comenzaba a consumirlo cada vez que el alfa rondaba cerca de él.

"Es necesario para mí, necesito salir de este lugar al menos unas cuantas horas... O en serio voy a volverme loco"

Taehyung también se levantó de su asiento, comenzando a caminar a la altura del contrario. Cuando JungKook regresó la mirada, el castaño ya estaba frente a él, acaparando toda su atención. No podía decir que no.

"Lo que usted ordene entonces"

Dio un paso hacía atrás, pero sus piernas chocaron contra el escritorio, provocando que cayera sentado sobre él. Taehyung dio un paso más hasta encararlo directamente, estaba muy cerca puesto a que JungKook no había puesto ninguna resistencia, abriendo sus piernas. La posición era por sí sola comprometedora e "incómoda" incluso si ambos parecían estar más que cómodos; pero la situación escaló cuando Taehyung se inclinó hacía delante, pasando su brazo por el costado del contrario y apoyando el mentón en su hombro.

"¿Hará todo lo que le ordene, soldado?" Susurró sobre su hombro.

"Mi trabajo es morir por usted si hace falta" Dijo apenas perceptible, sin embargo el alfa pudo escucharlo. Esbozó una sonrisa lobuna.

Taehyung por fin alcanzó el pedazo de papel en su escritorio y se alejó ligeramente de JungKook.

"Empieza por escribir el aviso de que nos vamos de cacería" Habló por última vez antes de comenzar a caminar fuera de la habitación, despareciendo al mismo tiempo que el pulso de JungKook regresaba.

[...]

Se miró por última vez en el espejo vertical de su habitación. El uniforme de cacería era distinto al usual; su armadura bañada en oro era tan ligera que su figura era perceptible a la vista y el par de pantalones se ceñia sobre sus piernas como una segunda piel. Lucía... Lindo. Sin embargo, aquello estaba lejos de ser algo importante, incluso si le estaba tomando tanto tiempo estar listo para partir a la cacería.

Soldier, king | taekook omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora