Regalo

267 33 38
                                    


¿Yo de verdad le había hecho una mamada a la persona que estoy enamorado?

Todo el rato iba y venía esa pregunta a mi cabeza, al igual que posiblemente lo haríamos más veces al ser ahora amigos con derecho.

En mi cara se almacenó calor, obteniendo así el color rojizo en mi piel recordando lo que hice ayer, y encima en el salón de la autoescuela, un lugar público

Oculté la cabeza en la almohada, y grité con todas mis fuerzas no importándome si se llegara a escuchar por afuera; yo tan solo quería desahogarme.

Obvio que estaba feliz al tener una referencia oficial de lo que somos JeongIn y yo, pero no sabía cómo le vería a los ojos si llegase a recordar ese momento delante suyo.

— Me voy a volver loco.

Murmuré con un pequeño quejido y sacudiendo mi cabello frustrado, mirando la pantalla de mi móvil que se había iluminado anunciando un nuevo mensaje.

JeongInnie 💌

Ya estamos WoongKi y yo en el parque, cuando quieras puedes venir, estaremos hoy hasta las 19:30 ♡♡

Y eran las... cinco casi y media. Si me daba algo de prisa, con suerte podría estar con ellos alrededor de una hora y media.

Estaré sobre las 18:00 ♡

Le respondí en su chat, para seguidamente levantarme de la cama e ir a abrir el armario, sacando ropa cómoda de deporte. Luego fui al baño, donde me di una ducha de cuerpo tranquila y me coloqué después de secarme las prendas holgadas.

— ¡Voy a salir, estaré antes de la cena!

Avisé a mi madre que saldría, yendo a la calle tras acariciar a los cachorros que ya estaban grandecitos.

A pasos relajados pero constantes, me dirigía al parque en el que me encontraría con JeongIn y su sobrino, quien tiene una pasión conmigo increíble. Estando ahí, mi vista dio la vuelta a todo el sitio hasta que les vi en la zona de escalada para los niños chicos. 

Sonriente me acercaba a ellos, pero... Había una persona al lado de mi futura pareja; un chico hablando con él.

— ¡MinMin!

Los mayores se dieron cuenta de mi presencia debido a mi nombramiento por WoongKi todo emocionado, quien también vino a mí corriendo para agarrar mi mano y tirar hacia abajo, dándome a entender que me agachara un momento.

— Ese chico es raro y tampoco me gusta, no quiere jugar conmigo como tú lo haces.

Murmuró en mi oído cuando me puse de rodillas, causando que riera leve por su entonación melodramática.

— Voy a jugar contigo todo lo que quieras, no te preocupes. 

En forma amistosa froté su cabello desordenándolo un poco para después levantarme y caminar a JeongIn.

— Hola, hyung.

— Hola, Minnie. Te presento a HanBin, un amigo que fue conmigo a clase en la universidad.

— Un gusto HanBin, soy SeungMin. 

Extendí mi mano en forma de saludo sonriendo, pero él se mantenía mirándome neutro un poco despectivo, no sabiendo si le había caído bien o no de primeras.

Autoescuela #JeongMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora