Marcando territorio.

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Esta es una escena que no pase pasar jamás en mi vida, Jimena, brinca con felicidad, mientras su madre y yo tratamos de cubrirnos con la sabana, antes de que esta caiga y nuestra hija vea nuestros cuerpos desnudos, dios esto es tan vergonzoso.


—Jime, amor no brinques —Doremi, le pide a nuestra hija deje de brincar y así evitar ser descubiertos.


—Quiero ver las caricaturas con ustedes ¿sí? —Nuestra hija para y pide ver caricaturas como es su sueño aquí en la cama con nosotros, lo cual en este momento es imposible.


—Jime, mi cielo, ya le hablaste a tu mamá para que venga a desayun —Justo en ese momento entra la madre de Doremi, y no termina la frase al ver dicha escena —¡Ho, dios!, mi cielo ven vamos a desayunar —La señora se queda sin palabras y le pide a mi hija ir con ella.


—Pero abue, yo quiero quedarme aquí con mis papis, para ver caricaturas —Jime, intenta hacer berrinche, Doremi, solo ve a su madre el suplica para que se lleve a la niña.


—Más tarde mi cielo, ven o se van a enfriar los tamalitos —La señora comprende e intenta llevarse a Jime.


—Si mi vida, ve con tu abuelita, tu papá y yo ahorita salimos para desayunar todos juntos —Doremi, trata de convencer a Jime.


—Mujeres ¿Qué pasa porque no vienen? —Ese es el padre de Doremi, que también entra sin avisar y se queda sorprendido al vernos.


—¿Qué paso porque no vienen? —También se escucha la voz de la abuela, la cual a paso lento parece en escena y solo sonríe al vernos, que momento tan vergonzoso, esto es lo más vergonzoso que he pasado en la vida, toda la familia nos ha descubierto.


—Jime, ve con la abuela, tu mami y yo ahorita las alcanzamos y terminando de desayunar y vemos caricaturas ¿te parece? —Le digo a mi hija, no sé ni cómo es que la voz salió de mí, ante el momento tan incómodo en el que me encuentro.


—¡Siii!, vamos abuela —Agradezco que me obedezca y sale, junto con los demás personajes.


Ya al encontrarnos solos nos quedamos unos segundos sin movernos y en silencio, esto es tan incómodo, no sé cómo reaccionar, ni que decir, ella se envuelve en una de las sabanas y baja de la cama para vestirse, yo hago lo mismo.


A pesar de haber pasado muchas noches juntos, esta vez el despertar es raro, la noto nerviosa, más que feliz por haber estado juntos y se obvio la forma en que nos despertamos no fue la mejor y que todo mundo nos vio, pero la siento como arrepentida y eso me duele, porque yo me entregue con todo el amor que siento por ella, por un momento pensé que al despertar juntos arreglaríamos las cosas.


—¿Lista? —Veo que se alisa el cabello en su tocador y pregunto si eta lista, sé que allá afuera nos espera la inquisición con su familia —Ella solo asiente con la cabeza y salimos.

En el comedor ya se encuentran todos en la mesa, mi hija ajena a lo que pasa a su alrededor, está platicando feliz con la abuela, los padres de Doremi, están serios y al vernos llegar solo nos observan, de una manera no muy agradable a diferencia de la abuela, que no puede evitar tener una gran sonrisa en sus labios y no por lo que Jimena, está diciéndole, sino porque seguro se está burlando de nosotros por ser cachados por los padres dé Doremi, lo cual se siente bastante mal la verdad.

El idol enamorado de su fanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora