60. Reencuentro

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Cuando Naiara aparcó su auto a una cuadra de la casa de Martin, Violeta supo que ya no había vuelta atrás. Los alrededores estaban llenos de autos desconocidos para ellas, y el ruido de la música llegaba a escucharse hasta donde se encontraban.

–¿De dónde sacó a toda esta gente?.-se cuestionó Denna sorprendida una vez se encontraron las tres fuera del vehículo.

–No tengo idea, Kiki no es de tener un circulo muy grande amigos.-opinaba Naiara mientras caminaban.

–Puede ser que Martin haya invitado a sus compañeros de la universidad.-habló Violeta por primera vez en todo el camino detrás de ellas. Ambas chicas se detuvieron provocando que Violeta chocara con sus espaldas al tener la mirada fija en la calle.

–Violeta...-comenzó Denna cuando noto lo cerca que estaban ya de llegar.–¿Estás segura de entrar? Aún podemos irnos, y tal vez...-inmediatamente se calló cuándo sintió un manotazo en su hombro.–¡Naiara!

–Por supuesto que esta segura, ¿no la miras?.-la mirada de Violeta era terror puro.–Solo esta un poquito ansiosa, ahorita que entremos se le quita.-tomó su mano arrastrándola hasta la casa no sin antes susurrarle al oído a Denna.–Eres una terrible sub capitana.

La rubia solo rodó los ojos y corrió un poco para alcanzarlas.

Cuando Naiara fue la primera en entrar inspeccionó con la mirada todos los alrededores hasta encontrar algún rostro conocido. La sala era todo un desastre lleno de personas saliendo de todas partes, y al intentar dirigirse a la cocina se dieron cuenta de que ocurría lo mismo por toda la casa.

–¡Alex!.-Denna se alejó del grupo corriendo a saludar a su ahora novio. Violeta tiro de la mano de Naiara para dirigirse hasta ellos.

–¿En dónde esta Chiara?.-trató de decir lo más alto que pudo por el ruido de la música pero Alex le hacía señas de no entender, a diferencia de Violeta, que escuchó todo perfectamente al estar a su lado e hizo el intento de soltar su mano que resulto en vano cuando Naiara la apretó con fuerza.

Denna pareció comprender y le susurro al oído recibiendo una respuesta a cambio.

–Está en la habitación de Martin.-se acercó para que la escucharan y la pelinegra asintió.–Mucho éxito, Vio.-le dio unas palmadas a su amiga antes de darse la vuelta e ir con su novio, pero Naiara fue mucho más rápida al alcanzar a tomarla de una extensión.–¡Auch!

–Nada de éxito, tu vienes con nosotras.-tomó su mano y Denna no tuvo más remedio que tomar la mano de Alex para que así todos juntos se dirigieran hasta su destino.

Naiara pegó el oído a la puerta intentando escuchar si habían personas dentro.

–¿Por qué no solo la abres?.-un desperado Alex comenzaba a perder la paciencia luego de que Violeta los tuviera ahí parados esperando a que saliera de su retoque en el baño.

–Porque ella debe entrar primero.-contestó de mala manera recibiendo una mirada de reproche por parte de Denna.–¿Por qué dura tanto?

–Quitarse esa cara de vergüenza no debe ser nada fácil.-se burló Alex justo en el momento en que Violeta salió del baño directa hasta la puerta. Empujó a Naiara y giró la perilla sin pensarlo más.

Se quedó quieta cuando miró a Martin en su escritorio intentando tocar su guitarra eléctrica, la risa de cierta pelirroja ante sus intentos fallidos la hicieron girar levemente su cabeza hasta la cama, donde se encontraba Ruslana acostada con una muy cómoda Chiara sobre su pecho recibiendo caricias en su cabello.

–¡Sorpresa!.-fingió amabilidad Naira detrás de ella sacándola de su transe.

Martin sorprendido inmediatamente se puso de pie directo a la pelirroja.

–¡Vio!.-alargó la palabra dándole un fuerte abrazo. Violeta sintió la incomodidad invadirla pero acepto el abrazo por cordialidad, agradeció internamente cuando el chico no lo prolongó mucho y se alejó de ella con una sonrisa.–Cuánto tiempo.

Su mirada nuevamente se dirigió hasta la cama, pero ahora ninguna chica se encontraba ahí.

–Hola.-saludó Chiara tímidamente con su mano libre, la otra se encontraba sosteniendo la de Ruslana, lo supuso cuando notó sus hombros pegados, pero no se animo a bajar la mirada para confirmarlo por mero orgullo.–Martin me dijo que vendrías hoy pero no le creí.

–Estúpido Martin arruina sorpresas.-habló Naiara en voz baja tomando la silla del escritorio de Martin para observar la interacción con mayor comodidad.

–Lo siento por haber desaparecido así de la nada, Kiki.-cuando Naiara escuchó el apodo comenzó a cantar victoria.–Me borré Instagram.

–Lo sé, Martin también me lo dijo.

–Maldito entrometido.-volvió a quejarse la pelinegra mirando mal al chico.

–Pero no te preocupes, esta todo bien, ¿tú estás bien?.-maldita pregunta superficial que la hizo tener ganas de soltarle todo lo que sentía, de decirle la verdadera razón de todo. Miró a Ruslana pero la chica solo le prestaba atención a Chiara, fue ahí cuando se contuvo, cuando se dio cuenta de que no era el lugar ni el momento.

–Estoy bien.-se limito a responder con todas las palabras en la garganta y la presión en su pecho.–Felicidades por tu nueva canción.-los ojitos de Chiara brillaron ante en el cumplido y por fin pudo sonreír sinceramente.

–Gracias, Vio.-respondió con amabilidad y ante el silencio repentino Naiara se vió con la necesidad de intervenir.

–¿Y qué hace la festejada aquí arriba? Celebremos abajo donde corresponde.-se levantó de su asiento tomando la mano de Chiara para correr junto a ella y Violeta confirmo sus sospechas del lazo de sus manos cuando Ruslana terminó yéndose también.

Se giró al verlas salir y se dió cuenta de que ni Denna ni Alex estaban, entonces se encontraba sola con Martin que también estaba a punto de salir pero lo detuvo tomándolo del brazo.

–Espera.-pidió con seriedad y Martin comenzaba a formar sus suposiciones.–¿Son novias?.-a pesar de lo directa que fue, a Martin no le sorprendió, era Violeta.

–Chiara lleva un mes sin verte, ¿y eso es lo qué vas a preguntar?.-comenzó a darle la vuelta y Violeta se terminó estresando más de lo que ya estaba.

–Honestamente es en todo lo que podía pensar en el camino, solo responde.-Martin lo dudo, veía la suplica a través de los ojos de Violeta como si la respuesta fuera lo único que podría traerla de regreso, y quería ayudarla, ayudarla a soltar, pero por otro lado estaban sus amigas, qué mantenían todo ese tipo de conversaciones en privado.

–Aún no, pero pronto lo hará.-pensaba que con eso la dejaría tranquila, pero le resultó peor al notar el alivio en la pelirroja.

–Gracias, Martin.-le sonrió sin falsedad esta vez.–Finalmente me sirves de algo.-se despidió dando unas palmadas en la espalda al chico sintiéndose mucho más ligera que cuando entro.

Tal vez no todo estaba perdido aún.

Kivi/Ruski INSTAGRAMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora