Mi alfa

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Un año pasó rápidamente. Fueron tantos los cambios para ambos, tantas las noches compartidas. El tiempo parecía huir de sus manos cada vez que se encontraban juntos. 

Sin darse cuenta, un nuevo día de San Valentín llegó. Luego de años de pasarlo cocinando para enamorados, Changbin se encontraba junto al suyo entrando a un hotel en Filipinas.

Wow, realmente si huele bastante, se siente hasta acá —comentó sorprendido Hyunjin, mirando el jardín desde el balcón de la habitación. Estaba repleto de árboles con flores amarillas de ylang ylang.

Siempre ha sido mi aroma favorito —se inclinó para tomar aire profundamente—. Algún día espero volver a sentirlo en ti.

¿Sabías que era la nota secundaria de mi padre? —sonrió con nostalgia, al recordar lo orgulloso que Seokjin se sintió cuando durante la pubertad se presentó como un omega. De que su aroma principal fuera su propio aroma secundario, sentía que era un lazo único que compartía con su hijo.

Le entristecía de cierta manera pensar en cuanto tiempo se centró en el desprecio de su progenitor alfa a su "casta inferior", en lugar de valorar los sentimientos de su padre omega.

Si estuviera vivo se sentiría muy orgulloso de ti —Changbin sonrió suavemente tomando su mano—. A propósito de eso, tengo un regalo de San Valentín para ti —Caminó entusiasmado hacia el interior, buscando en uno de sus bolsos de mano—. Puede que no te guste, puedes decirme si sientes que me sobrepasé —agregó un tanto nervioso—. Pero creo que si te gustará.

Sacó su laptop y la dejó sobre una mesita dentro de la habitación, invitando a Hyunjin a tomar asiento frente a ella. El omega se sentó tranquilo y confiado, sintiendo como Changbin se acomodaba atrás de él para manejar el computador mientras lo abrazaba. Enterrando la nariz en el costado de su cuello, tenía la costumbre de hacerlo, aunque jamás oliera nada.

Amo este lugar —murmuró con los labios pegados al espacio atrás de su oreja, presionando más su abrazo—, es como si sintiera el aroma en tu piel.

Viene de mi piel —sonrió Hyunjin con satisfacción—. Fui al médico hace unos días y cambié a supresores sin neutralizador.

Pe... pero —Changbin sólo pudo reír un tanto nervioso. Lo habían hablado, desde hace un tiempo Hyunjin venía aceptando su verdadera naturaleza. Comprendiendo que la mejor manera de honrar a su padre no era pretendiendo ser quien no era, sino que viviendo como un omega que no permitiría que su casta definiera sus posibilidades o su valor. Sin embargo, no dejaba de impresionarlo.

Quise sorprender a mi alfa —contestó, coqueteando deliberadamente. Sabía cual sería el efecto de sus palabras, jamás lo había llamado de esa manera.

¿Qué dijiste? —Preguntó Changbin estático, intentando procesar lo que acababa de oír.  ¿Habría escuchado mal? En ese caso su lobo no estaría tan extasiado, podía sentirlo saltar y juguetear de alegría junto a Jiniret. ¿Había escuchado bien?

Hyunjin se volteó seductoramente y se sentó sobre él.

Que quise... —susurró suavemente en su oído— sorprender... —Tomó el lóbulo de su oreja con la lengua antes de morderlo suavemente— a mi alfa...

Sintió la tensión de Changbin bajo su cuerpo, Realmente esperaba que la emoción lo hiciera follarlo con desesperación inmediatamente, no que se quedara congelado al escucharlo. 

Lo miró fijamente de frente mordiendo su labio ¿Qué veía en los ojos de Changbin? ¿Asombro? ¿Pánico? Intentó buscar respuestas en su lobo pero estaba muy ocupado retozando con Dwaekki, no tenía pista alguna. Hasta que el alfa se puso de pie repentinamente, dejándolo caer hacia un lado.

Mi beta, especial San ValentinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora