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 ❝Eres demasiado bueno para mí❞

Las feromonas de ambos se enredaron haciendo notar a los demás comensales el deseo creciente entre ambos, al mismo tiempo que incomodando un poco y haciendo gruñir al lobo de Kazuha que no podía soportar que otros alfas pudieran llegar a oler el a...

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Las feromonas de ambos se enredaron haciendo notar a los demás comensales el deseo creciente entre ambos, al mismo tiempo que incomodando un poco y haciendo gruñir al lobo de Kazuha que no podía soportar que otros alfas pudieran llegar a oler el aroma a excitación de su bonito omega.

El albino tomó la muñeca de Kuni y lo hizo levantarse de su asiento, el índigo estaba un poco atontado por la fuerte feromona de su alfa, sus ojos de felino mirando al hombre con un hermoso brillo de estrellas.

Kazuha gruñó y arrastró a su bonito omega hacia su auto luego de dejar el dinero de lo que comieron sobre la mesa junto al pay intacto, el albino encendió el auto mientras Kunikuzushi se encontraba sentado en el asiento del copiloto entre jadeos incómodos y retorciéndose en su asiento, su aroma a flor cerezo llenó el auto rápidamente.

— A-Alfa... —murmuró el índigo tartamudeando, su voz era suave y débil, jugó con los bordes de su camisa mientras su aroma dulce dejaba ver su necesidad.

— Espera que volvamos al hotel, cariño. —dijo Kazuha con toda la serenidad que pudo reunir, pero su esposo siendo tierno y soltando ese embriagador aroma le dificultaba mucho la tarea.

Kunikuzushi gruñó disconforme con la respuesta de su marido, sus uñas comenzaron a rascar el cuero del asiento, apretó sus piernas e intentó no centrarse en el aroma de su alfa mientras su lobo sollozaba por su alfa, sus brazos y su cariño.

El omega comenzó a pensar que su celo estaba pronto a iniciar, porque no era normal sentirse tan caliente.

Pero pronto este pensamiento voló a lo más profundo de su mente cuando el albin arrancó el auto y condujo hacia el hotel a toda la velocidad que se permitía.

El índigo estaba a punto de hablar, pero al ver el estado tenso de Kazuha, no dijo nada y aguantó en silencio su vacío interior y lo caliente que se sentía.

Por suerte, el omega no tuvo que esperar mucho ya que algunos minutos después, la pareja llegó al hotel. Era un alto y elegante edificio que solo por la facha podías ver que era de lujo, y eso solo lo podías confirmar al ver entrar y salir a los clientes vestidos con marcas caras.

La pareja no reparó en lo bonito de la decoración o la lujosa alfombra, solo estaban centrados en que se sentían calientes, necesitados, por lo que simplemente le entregaron las llaves del auto al botones del hotel, y luego de un apresurado agradecimiento, los esposos casi corrieron a su habitación de hotel.

Apenas ingresar a la habitación fundieron sus bocas en un sucio beso francés en el que enredaron sus lenguas como si no se hubieran tocado en años, los labios de Kazuha estaban ligeramente fríos contra los de Kunikuzushi, cosa que le encantaba al omega.

El albino cerró la puerta de la habitación de hotel como pudo con su pie, sus manos recorriendo con suavidad la cintura de su bebé.

El índigo no podía aguantar más, sollozó levemente y se separó del beso con la respiración acelerada, sus ojos vidriosos y sus labios húmedos. Kunikuzushi se pegó al cuerpo de su alfa, su aroma ligeramente hipnotizante por su necesidad.

! Positions ♡︎ ་ KazuscaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora