𝖕𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖚𝖊. Denver

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𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔

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𝕻𝖗𝖔𝖑𝖔𝖌𝖔. Denver

┊ ➶ 。˚   °

La vida en Denver se empezaba a tornar aburrida para Barry, sus padres le prohibían salir de la casa, apenas podía ir a la escuela. Quería ver más tiempo a sus amigos, salir como antes lo hacían, divertirse fuera de su hogar. Entendía hasta cierto punto la preocupación de sus progenitores, sin embargo, él nunca había tenido tanta mala suerte, era muy cuidadoso a la hora de manejarse en la calle.

Pero antes de hablar sobre su vida durante las desapariciones, tal vez, podemos retroceder un poco. Dos años, quizás. Antes de que anunciaran el secuestro de Billy Showalter, que nadie creía que su desaparición y la de Griffin tendrían relación alguna.

Barry salía con sus amigos, iban al campo de baseball, siempre a pedido de Bruce. Se la pasaban jugando con la pelota o tirados en el suelo, disfrutando las vacaciones de verano en el exterior. Bruce, Jade y él eran los más activos, mientras que Deena y Billy se la pasaban tragando, sentados o acostados sobre la manta que la castaña llevaba. Cuando se aburrían de jugar entre ellos, los "invitaban" a jugar, (en realidad, los agarraban de las piernas y los arrastraban por todo el suelo de tierra hasta convencerlos).

Sus padres no le ponían un horario para regresar a su hogar, es más, habían veces que se quedaba a dormir en la casa de Showalter o Yamada. No estaban demasiado al tanto de donde estaba, se concentraban más en sus trabajos durante el día. A pesar de esto, Barry tenía buena relación con ellos, solían pasar tiempo en familia los días que Barry se quedaba y los fines de semana.

Hasta que la escuela volvió a iniciar, Barry nunca la odió, raro que sonara, pero le gustaba estudiar y socializar con sus compañeros. Él y Jade animaban a Billy a que hablara con los demás, siendo un chico muy tímido con desconocidos.

Sin embargo, este año, había escuchado rumores de que tendrían un nuevo compañero en el salón. Las chicas estaban enloquecidas, mientras que los idiotas de Buzz, Moose, Matt y Matty esperaban poder molestarlo. Siempre siendo unos idiotas.

—Clase, denle la bienvenida a Robin Are... —la profesora se quedó confundida al no saber cómo pronunciar el apellido del nuevo estudiante, que apenas iba entrando.

—Robin Arellano —se presentó un chico de cabello hasta los hombros, pelinegro, de piel canela, ojos avellanas y con una característica bandana atada en su frente.

—Espero que lo reciban bien —la mujer miró de reojo al grupo de bullys, que parecían verlo con algo de duda. El chico se veía demasiado rudo, hasta podrían decir que algo violento por cómo le respondió a la maestra, sin paciencia —Siéntate junto a Barry —ella lo señaló y él levantó la mano, un tanto nervioso por la mirada que el chico nuevo le dirigió.

Mal día para que Billy decidiera sentarse junto a Jade para que lo ayudara en literatura.

Robin se sentó a su lado sin emitir sonido alguno y lo ignoró. Barry se había preparado para saludarlo y presentarse bien, pero cuando fue evitado por el latino, rodó los ojos y volvió su atención a la profesora.

Con solo ignorarlo, Marshall se percató de que ese chico solo era un idiota y egoísta, que prefería pelear con otros que ocuparse de salvar la materia.

Mientras que Robin, apenas lo vio, notó que era esa clase de chico que se esfuerza mucho por caerle bien a la gente. Quizás era el típico chico idiota que se la pasaba burlándose de otros y molestándolos.

—Oye, solo quería presentarme y ser amable —comentó el de cabellos cortos, un tanto fastidiado porque el recién llegado lo evitara.

—Tampoco te lo pedí —Barry abrió su boca, notoriamente ofendido. Y cuando quiso reclamarle, la maestra inició la clase —No quieras hacerte el "ay, hola, quería darte una cálida bienvenida". Conmigo no, niño bonito.

¿Niño bonito? ¿Por qué sentía que lo estaba insultando?

—Disculpa, ¿Cómo me dijiste? ¿Me insultaste? —Robin lo miró confundido, olvidándose por completo que, tal vez, Barry no entendía nada de español.

—¿Crees que fue un insulto?

¿Y este qué? ¿Por qué lo trataba como un idiota?

Marshall se lo quedó mirando, comenzando a molestarse mucho más, y a la media hora, ambos chicos estaban sentados a un lado de la puerta de la Dirección. Sus padres estaban adentro, el director les estaba explicando lo que había sucedido entre los dos niños.

—Eres un idiota —fue lo primero que dijo el chico pálido luego de la pelea entre ambos.

—Habló el que se ofendió porque lo llamé niño bonito —comentó Arellano, con cierta burla.

—¡Deja de llamarme así si no quieres otro golpe!

—Disculpa, ¿pero quién fue el que terminó con la nariz sangrando y un ojo morado? —Barry rodó los ojos, volviéndose a poner la bolsa de hielo en el ojo izquierdo.

—Púdrete.

—Vete a la mierda.

Y desde ese momento, ambos chicos no ponían ver al otro ni en figurita, porque lo empezaba a insultar del odio que le tenía.

O confundían odio con otra cosa, quizás.

O confundían odio con otra cosa, quizás

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Medio cortito, ¿Qué opinan?

Mañana ya les traigo el primer capitulo, les mando un abrazooo.

𝐓𝐇𝐄 𝐑𝐄𝐃 𝐌𝐄𝐀𝐍𝐒 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐘𝐎𝐔 | the black phoneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora