Mito

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 A gran altitud de la Ciudad Todopoderosa, Azu y Zeus lanzaron una feroz batalla sin precedentes.

 Zeus, como Rey de los Dioses, por supuesto no solo tiene un método de ataque simple como lanzar un rayo.

En ese momento, lanzó un gran rayo que no solo era poderoso, sino que también podía transformarse en varias formas de ataques.

Esta vez, condensó el rayo en un enorme cubo y trató de aprisionar a Azu en él.

Este cubo brilló con luz eléctrica y envolvió a Azu, como si fuera a sellarlo por completo.

"Sin embargo, ¿cómo podría Azu quedarse quieto y esperar la muerte? Cuando levantó el Guantelete del Infinito y dejó que la piedra de la realidad brillara con luz carmesí, todo el espacio quedó iluminado por la luz carmesí.

La luz carmesí se extendió gradualmente y finalmente disolvió el cubo de relámpagos de Zeus en la nada.

Esos relámpagos crepitantes y poderosos se han vuelto tan vulnerables al poder de la piedra en bruto de la realidad.

 Se convirtieron en grava y, cuando fueron arrastradas por el viento, se disiparon en el aire.

 Los ojos de Azu mostraban una sonrisa y no tenía intención de detener el ataque.

 Entonces, Azu usó la piedra de poder para estimular una luz de color púrpura intenso.

Esta luz rodaba sobre su cabeza, como si estuviera viva.

 De repente, la atmósfera tembló y la luz instantáneamente se convirtió en una enorme hacha de batalla púrpura.

Esta hacha de batalla exuda un aura poderosa, como si pudiera romper cualquier cosa que la bloquee.

 Azu agitó su mano y el hacha de batalla púrpura cayó.

El poder de esta hacha es tan poderoso que es como hacer pedazos el cielo y la tierra.

 El aire a su alrededor tembló, como si el tiempo se hubiera congelado.

 El hacha cayó y el espacio se hizo añicos, revelando profundas grietas.

Esta es la máxima demostración de poder y un verdadero retrato de la fuerza entre Azu y Zeus.

Ante un ataque tan poderoso, Zeus tuvo que defenderse con todas sus fuerzas.

 Cruzó las manos, tratando de resistir el golpe fatal.

Sin embargo, a pesar del poder incomparable de Zeus, el hacha de Azu lo derribó al suelo.

 Toda la ciudad estaba temblando, como si estuviera a punto de ser destruida por esta guerra divina.

 En este momento, la Ciudad Todopoderosa ya se había convertido en un desastre.

 Las calles que alguna vez fueron bulliciosas fueron destruidas hasta quedar irreconocibles, y los restos de edificios estaban esparcidos por todas partes.

 Muchos residentes del Reino Divino perdieron sus hogares y familiares mientras escapaban de este desastre irrazonable.

 La ciudad entera cayó en pánico y caos.

De hecho, si esta ciudad no hubiera sido reforzada por el poder divino de Zeus, habría sido destruida hace mucho tiempo, por lo que las pérdidas para los residentes del Dominio de Dios no serían solo esto.

   en este momento.

Un barranco sin fondo apareció en el suelo de Ciudad Todopoderosa, y Azu casi partió el reino divino por la mitad con su hacha.

Yo, la patria, hago lo que quiero(Parte 3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora