❝ Donde JungKook es conductor en Uber en su tiempo libre y luego de un par de viajes le ha tocado llevar al mismo chico.
O, donde TaeHyung pide un taxi cada mañana esperando encontrarse con el guapo conductor que lo lleva a la universidad. ❞
↬ K...
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El día comenzó bastante apresurado para el rubio, tuvo que correr a la ducha porque su alarma no sonó —no recuerda haberla apagado— y no le dio tiempo de desayunar ni comer nada, pidió a MinSeok que pasara por él si aún le daba tiempo, y cuando su amigo le confirmo que llegaría en 5 minutos tuvo que apresurarse en vestirse y tomar sus cosas para salir corriendo de su edificio.
Llegó tarde a su primera clase porque MinSeok estudiaba en la facultad de economía, que estaba incluso un poco más lejos que la de artes, en dirección opuesta.
No pudo coincidir en su horario de desayuno con BaekHyun y KyungSoo, porque su profesor se extendió en la explicación y el poco tiempo que tenía entre esa clase y la siguiente se esfumó, así que tampoco comió nada hasta la hora del almuerzo.
— Estoy muy agotado — se queja el rubio.
— Te levantaste con el pie izquierdo, ¿no? — pregunta BaekHyun cuando se sientan a la mesa, cada uno con sus respectivos almuerzos.
TaeHyung ya les había hecho saber todas sus quejas y ellos lo consolaban diciéndole que hoy podría olvidarse de todo cuando salgan de fiesta en la noche.
— Me levanté sin pies y me fui de hocico al piso — gruñe Tae.
— Lo siento. Es que hoy no tengo buen humor — admite TaeHyung.
— Tranquilo. ¿Tienes clases después?
— Solo debo dejar un trabajo práctico en la oficina de un docente y luego estoy libre.
— Entonces, después de almorzar y dejar tu trabajo, deberías volver a casa y descansar un poco en la tarde. Así en la noche estarás de mejor humor para salir con nosotros — sugiere BaekHyun.
— Sí, es una buena idea. Creo que la tomaré.
— ¿Quieres que te lleve a casa? — ofrece KyungSoo — Mi hermano me ha dejado su coche hoy porque ha salido de viaje un par de días.
— No, está bien. Gracias. Creo que caminaré a casa.
— No es tan cerca...
— Lo sé, Baek, pero me gusta caminar y el día está lindo. Me ayudará a relajarme.
— Bien. Nos veremos en la noche, entonces.
— Sí. Bien — accede TaeHyung.
Cuando TaeHyung llegó a su casa, luego de un poco más de 20 minutos de caminata. Se sentía realmente más sereno, su mal humor se lo había llevado el viento que le pegaba en la cara y el sol había recargado su energía positiva. Pero como había prometido, se acostó en el sofá —porque vamos, el sofá es muy cómodo para echarse una siesta— y durmió por tres largas horas.
Cuando se hicieron las seis de la tarde, TaeHyung decidió alistarse para salir. Empezó por ducharse —nuevamente—, se aseó completamente en la ducha —si saben a lo que me refiero— y al salir se puso unos bóxers blancos y unos calcetines grises. Caminó de vuelta al baño y cepilló su cabello, sus rizos se estiraban hasta sus hombros, cuando los cepillaba, decidió hacerse dos pequeñas trencitas, porque iba a bailar en un lugar lleno de gente en el que inevitablemente iba a sudar, así que prefería evitar el exceso de calor, teniendo sus cabellos pegados a su frente y en su nuca.
