El Maratón

7

—¡Hola, Riv!—Lauren la saludó alegremente. Llevaba una blazer negra corta, un vaquero y una larga coleta trenza. Elegante pero informal, como siempre. Iba con unos apuntes que debían de ocupar treinta páginas en la mano.

Se abrazaron.

—Buenos días. ¿Qué apuntes son esos?—se asustó River.

No estaban aún en época de exámenes y solo recordaba que les habían puesto un par, pero para eso quedaba mucho...

—Ah, no te preocupes. Es que, aunque quedan tres semanas, si lo voy preparando ya, puedo ir con más calma. Ya me sé las primeras cinco páginas.

¿Lo veis? Era demasiado perfecta comparada con River.

—A-ah. Qué bien. Yo empezaré un día de estos.

Era mentira, claro. Lo más probable era que dos días antes se pusiera a hacer unos apuntes muy resumidos, omitiendo información, y se los leyera un par de veces para luego agobiarse por no sabérselo y terminar chapando la primera hoja porque solo le daba tiempo a eso, cosa que no serviría de mucho ya que la primera hoja no era más que una cuarta parte de la introducción al tema.

Suspiró, negando internamente.

De repente, el móvil de las dos vibró. Olivia había enviado un mensaje por el grupo de WhatsApp que tenían las cuatro. Decía:

Chicaaaaaaas estoy aparcandoooo en nada llego ;)

Pero en realidad las clases empezaban en dos minutos, y Livvie siempre tardaba un siglo en aparcar porque, aunque tenía una moto, siempre quería un buen sitio para dejarla, no le gustaba dejarla a un lado de la acera, porque según ella, "no quería que los perros le meen encima".

—¿La vas a esperar aquí?—preguntó Lauren a River, sacándola de su cabeza.

—Si, claro. Nos toca griego juntas.

—Ah, bueno, pues yo me voy yendo, ¿vale? Tengo matemáticas y ya sabes que esa clase queda lejos.

Asintió, aunque River la conocía, y sabía muy bien que ella odiaba llegar tarde, al contrario que el resto de sus amigas, a las que les resbalaba completamente llegar a la hora o no.

Poco después apareció Olivia.