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Un mes después

—¡Freenky! —llamó Becky al verla concentrada.

La menor llegó trotando hasta donde estaba su phi con una sonrisa de oreja a oreja, se veía totalmente feliz.

—¡Becca! —le contestó feliz la rubia.

Hace unos días Freen se había ido de tour para poder sacar fotos a lo primero que se le cruzara en frente y le pareciera lindo. Ese día había amanecido muy, muy feliz, pues una de las fotografías que había tomado había sido reconocida por un importante fotógrafo.

Era la primera vez que una persona le reconocía la manera en la que su cámara captaba un hermoso paisaje.

—Saro, ¿cómo estás? —sonó agitada debido a la carrera que se había dado buscando a su amiga—Tengo que contarte algo

—Wow, tranquila, no voy a irme—rio—Estoy bien, Bec ¿tú estás bien?

Una de las cualidades que resaltaban en Freen era que se preocupaba por los demás, siempre solía estar para las personas. Además, de dotada con su potencial para las fotos y la edición de estas se dedicaba a editar sus propias fotos y subir sus favoritas a redes sociales.

—Yo también tengo algo que contarte, pero tú primero—la sonrisa no se borraba de su rostro.

Becky estaba físicamente feliz, una vibra energética le recorría cada parte de su cuerpo, pero su sonrisa le delataba aquello que sentía y no era del todo felicidad. Freen por su lado, irradiaba felicidad pura, podía sentirse algún tipo de imán que, en vez de atraer, devolvía felicidad con aquel que se acercara, la notica de sus fotos la puso muy feliz.

No había nada que le bajase aquello.

—Bueno—Becky jugaba con sus manos algo nerviosa por la reacción de su mejor amiga. —Kai ahora es mi novio.

La mirada de Freen cayó y su sonrisa se borró. Ni siquiera supo que decirle a la menor. Solo seis palabras hicieron que toda aquella felicidad que estaba irradiando, cayera como una gota que cae del cielo

Al igual que sus emociones y todo lo que tenía, todos se le vino al suelo, pero debía mostrase feliz porque se trataba de Becky. Su pequeño corazoncito se quebró. La persona que le gustaba tenía novio y eso fue muy doloroso.

—¿Freen? —la menor la llamó por cuarta vez, la otra la observó. —¿Qué tenías que decirme?

No quería hablar, quería estar solar, llorar mientras escuchaba canciones que la hicieran sentirse peor. Así que dejó el tema y buscó su escapatoria directa hasta su casa.

—Realmente no es nada importante—Becky pudo sentir su tristeza y definitivamente se dio cuenta de que hizo mal en decirle, aunque ¿también habría hacho mal no haberlo hecho? —Me voy a casa.

Ni siquiera le dio tiempo de despedirse a Becky pues la mayor ya se había alejado a pasos rápidos.

Puso sus audífonos y reprodujo la playlist que tenía de nombre: En caso de y Heather de Conan Gray comenzó a vibrar en los auriculares a todo volumen. Comenzó a darse cuenta de que ella quería ser él para recibir todo aquel amor que probablemente ya no recibiría de su mejor amiga

—No debo llorar—dijo limpiando una lagrima que caía de su ojo seguida de otra.

No podía llorar en la calle, aun le faltaba una cuadra para llegar a su casa donde podía estar sola y tranquila, allí podría llorar, aunque no quisiera, pero en la calle mantendría su imagen, o bueno, lo que quedaba de ella.

Llegó a su casa ya con un nudo en la garganta que la estaba casi dejando sin aire. No pudo siquiera ver donde ponía las llaves porque una nublada vista por las lágrimas la acompaño seguida de la aparición del llanto.

A duras penas abrió, cerró la puerta y corrió hasta su cuarto donde un llanto incontrolable la invadió. No dejaba de llorar de ninguna forma, estaba totalmente rota de saber que la persona que amaba podría compartir su vida con alguien que no era ella.

No eran celos.

Eran tristeza de poder llegar a perder aquella única cosa que realmente le importaba: Becky.

No quería perder a Rebecca, quien básicamente era su todo, no podía soltarla, no quería hacerlo, sentía que una parte de ella se desprendía y no volvería.

Y quizá eso pasaría

De no haber sido tan cobarde para decirle cuanto la ama, pero ahora que lo pensaba Becky no merecía a alguien como ella, alguien que le tuviera miedo a decir lo que siente.

Becky no la merecía, definitivamente no, merecía más y lamentablemente ella no podría ser eso.

I wish「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora