No es el último maestro del aire

#21 Capítulo 6. Formación. Parte 6.

#21 Capítulo 6. Formación. Parte 6.

Perdón por la larga ausencia, me enfermé y hubo días festivos por lo que no pude estrenar los capítulos.

Quiero felicitar a todas las mujeres por estas maravillosas vacaciones, les deseo amor y amabilidad.

Y quiero recordarles que mañana saldrán muchos capítulos en Patreon, así que no se lo pierdan.

Por cada 300 piedras de poder habrá otro capítulo.

p@treon es/paracetam0l

***

Entré a la tienda como un verdadero héroe a punto de resolverlo todo. Lentamente, con pasos medidos y una mano en mi estoque, pasé junto a los pequeños estantes llenos de todo tipo de cosas y me puse en fila detrás de un bandido.

"...No puedo vender mercancía con una marca a nadie. Me interrogarían, ya te lo dije", intentaba explicarle al bandido el hombre bigotudo detrás del mostrador.

¿Por qué pensé que era un bandido? Porque, maldita sea, la gente normal no se viste así. Un espécimen clásico de "Fantasy Bandit in a Vacuum". Un hacha colgando de su cinturón, una cara con cicatrices, varios dientes faltantes, una semana de barba incipiente y todos los demás atributos típicos.

"Déjalo en manos de otra persona, no me orines en el oído, ¡te conozco!" dijo el bandido, ignorándome, todavía discutiendo con el comerciante.

"Ah, eres exactamente lo que necesito", dije, llamando la atención sobre mí.

"Sal de aquí mientras aún estés de una pieza", escupió el bandido, "solo deja tu pequeño juguete, no sea que te lastimes".

"¿Más líneas cliché?" Levanté una ceja, acercándome a este rechazado, "En realidad estoy aquí para lidiar con los matones locales. Y veo que tú encajas perfectamente".

El bandido simplemente levantó las cejas y sonrió con arrogancia, lo que me desconcertó hasta que me di cuenta de que en mi intento de lucir imponente, no había revisado lo que había detrás de los distintos estantes.

Entonces, escuché el paso que dio el bandido desde detrás del estante, pero para entonces ya era demasiado tarde para hacer algo. Podría haberlo esquivado si hubiera estado concentrado, pero no me había tomado la situación en serio y estaba relajado hasta que escuché algo detrás de mí. Me sentí invencible e inteligente, maldita sea. Y por eso me golpearon con algo pesado.

***

Me desperté con un sobresalto, temblando en el lugar y escuchando por primera vez gritos y llantos.

Entonces me di cuenta de que me palpitaba la cabeza en la parte de atrás y tenía mucha sed. Mi boca se sentía como un desierto del continente Tierra, tanto quería agua. Fue una sensación terrible: sólo en los cuentos de hadas el héroe cae en un sueño normal después de un golpe en la cabeza. Mi condición era como una resaca al cuadrado.

Sentí como si mi cerebro fuera plomo, girando y golpeando dolorosamente mi cráneo con cada movimiento.

Me di cuenta de que tenía las manos atadas cuando intenté moverlas. Y mi estoque había desaparecido. Obviamente, porque me habían capturado.

Pero, sobre todo, me dolía el corazón. Más precisamente, estaba dispuesto a golpearme la cabeza contra la pared y luego morir de vergüenza. Pensé que era más genial que nadie. Andaba por ahí soltando frases pomposas.

Estúpido.

Pero luego mis pensamientos volvieron a los sonidos circundantes y poco a poco comencé a comprender qué eran. Voces de mujeres, ciertos sonidos propios de un campamento de bandidos.