El y yo no vivimos lejos. Mi barrio está al lado del suyo. Mi cabeza parecía que iba a explotar con tantas interrogantes que me hacía a mí misma. Mis pensamientos parecían monstruos que me decían cosas hirientes, culpándome a mí misma por todo. A una cuadra de su casa, empezó a llover, aunque parezca cliché, así pasó. A lo lejos, lo veo a él... los dos a la distancia nos miramos fijamente sin soltar la mirada mientras la lluvia nos mojaba. Nos fuimos acercando lentamente, mientras las lágrimas recorrían mis ojos, pensaba que lo peor estaba por venir. Esa palabra... "terminamos" me la iba a decir. Algo en mí estaba segura de eso.
Cuando finalmente estuvimos frente a frente, su mirada parecía perdida, como si no supiera qué decir. Me tomó unos segundos reunir el coraje para hablar.
Yo: Hola... necesitaba verte, necesitaba hablar contigo.
El: ¿Por qué querías verme?
Mi corazón latía con fuerza mientras buscaba las palabras adecuadas para expresar mis sentimientos.
Yo: Me duele mucho la forma en que me tratas a veces. Siento que me alejas y me confundes. No entiendo por qué eres tan distante y luego tan cercano. Necesito saber si realmente me amas.
El me miró, sus ojos llenos de una mezcla de frustración y confusión.
El: ¿Para eso me llamas y haces que me moje bajo la lluvia?
Sus palabras me hirieron profundamente. Sentí una mezcla de enojo y tristeza mientras luchaba por encontrar una respuesta.
Yo: ¡ME CONFUNDIS! Un día estás muriendo por mí y al otro día ya ni te importo. ¿Por qué eres así?
El: ¿De qué hablas? ¿Acaso no te trato bien?
Me sentí aún más frustrada por su falta de comprensión.
Yo: Pero de los 2 meses que llevamos juntos, el 70% del tiempo me tratas indiferente...Y eso me Cuesta soportarlo
