Otra vez nos qencontramos con una _____ que por dispustas familiares de las divinidades celestiales volvio a envolverse en problemas con nuestros personajes favoritos de twisted wonderland
personajes de disney y yana
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Era el tercer día de trabajo reparando la vieja granja y principe leon estaba reparando ese viejo muro de piedra, por suerte era de esos muros antiguos que no necesitaban cemento, solo saber encajar las piedras como si fueras piezas de rompecabezas, si las colocas bien quedarán tan fijas que haría falta un terremoto para moverlas, lo cual hacía a Leona preguntarse qué pudo tirar piezas de piedra sólida tan pesadas en primer lugar, cuando un grito de tu parte lo sacó de sus quehaceres.
-¡¡AUH!! ¡¡MI DEDO!!- Se escuchó en la parte de atrás de la casa, Leona rápidamente dejo lo que estaba haciendo y fue a ver que paso.
-¡¿Herbívora todo bien?!- Dijo el chico mirandote estabas en el suelo intentando suavizar la tierra para prepararla a cultivar, al parecer la pala de mano se rompió e hizo un corte algo profundo -Déjame ver-
-Lo..lo siento creí que la tierra era lo suficientemente suave, pero al parecer este no es un buen lugar ... - Dijiste apenada mientras dejaste que Leona te atendiera la mano.
La verdad estos días has tenido muy mala suerte, cayendo por un escalón, lastimado tu oreja porque se atrapó en una rama y ahora esto, la nueva pala que compraste antes de escapar se rompió de la nada.
-No es lo mismo el jardín del palacio secundario que la tierra de este valle- Dijo el moreno en un tono algo burlón lamiendo tu mano y luego desgarrando la orilla de su camisa para vendar la mano -Listo, esto bastará por ahora-
-... ¿Saliva?- Dijiste mirando de reojo al león
-No hay nada mejor que lamerte las heridas para que sanen más rápido... O eso aprendi de Ruggie en mis dias del ejército- Explicó Leona como si nada
-Bueno... No tenemos medicina, así que tenemos esto...- Dijiste deprimida, nada ha salido como has querido desde que llegaron aquí -... Acaso estoy maldita o porque tengo tanta mala suerte?...-
-Quizás los dioses te están maldiciendo por escapar de tus deberes de sacerdotisa- Dijo Leona con indiferencia, haciendo que cayeron tus orejas y pusieras aún más triste, hasta tus ojos se aguadaron -O eso diría si creyera realmente en ellos- Agregó notando tu cara de sorpresa.
-Pero eres... Dicen que eres la encarnación del dios de la destrucción ¿No deberías creer aunque fuera un poco en ellos?- Preguntaste genuinamente confundida
-Debería, y acepto que tal vez existe una fuerza superior, de algún lado viene mi magia y tus poderes, pero me niego a creer en deidades que hayan marcado mi destino...- Explicó su punto haciéndote pensar un poco la respuesta, parecer que Leona es agnóstico -Tal vez la del problema no seas tu, si no este sitio, después de todo la tierra de los valles tal vez sean algo difíciles de trabajar, pero también son las más fértiles- Analizado Leona volviendo al problema principal
