🎀¿Qué sucederá cuando Jungkook, el capitán del equipo de baloncesto, se dé cuenta por sí mismo de que Jimin no es simplemente un chico engreído? ¿Cómo reaccionará cuando, al observarlo de cerca, descubra que detrás de su fachada perfecta y su actit...
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Desde aquel día, Jungkook se volvió aún más posesivo con Jimin. Cada vez que podían, sus cuerpos se encontraban, y él lo tomaba de la cintura, pegándolo más a su cuerpo, dejando claro que no quería que nadie se acercara a él. Para algunos, su comportamiento era una sorpresa, pero para otros, no tanto. Sin embargo, para los admiradores de ambos chicos, esto era un golpe directo al corazón, ya que sabían que Jimin no era oficialmente suyo, y les consumía la rabia y la celosía. Jimin, por su parte, entendía todo esto, y aunque aún no lograba comprender sus propios sentimientos por Jungkook, sabía que se estaba enamorando perdidamente de él. La única manera en la que Jungkook lo demostraba era siendo posesivo, y Jimin había llegado a entender que solo cuando alguien más se acercaba a él y Jungkook se ponía celoso, el chico lo besaba, reclamándolo como suyo. Jimin sentía que ese era el único modo en que Jungkook podía demostrar lo que sentía.
Ese día, después de una semana sin que nadie se acercara a Jimin, apareció un chico que se sentó demasiado cerca de él. Jungkook, al entrar y ver la escena, no dudó en actuar. Se acercó por la espalda de Jimin, lo tomó del cuello con fuerza, lo arrastró hacia él y lo besó intensamente. Fue un beso feroz, lleno de deseo y posesividad, uno que hizo que el chico que se había acercado a Jimin se fuera rápidamente. Los demás observaban, sintiendo una mezcla de celos y envidia, preguntándose si en ese instante preferirían ser Jimin o Jungkook.
—¿Por qué no entienden que eres mío, maldición? —murmuró Jungkook entre dientes, mientras Jimin, perdido en el beso, no sabía si reír o gritar. Sus amigos, ya cansados de ser meros observadores, discutían entre ellos, sin poder hacer mucho más que mirar.
—Yo ya quiero que se dé cuenta de lo que siente —dijo uno de los amigos de Jimin.
—Aunque sea guapo y todo, en el amor es un asco —respondió otro, suspirando.
—Y si —se sumó el tercero, frunciendo el ceño. Todos veían lo evidente, menos el propio Jungkook.
—¿De qué no me doy cuenta? —preguntó Jungkook, al escuchar los murmullos entre los amigos de Jimin.
—Ay, Jeon, no sé cómo mi Minie gusta de ti si eres un imbécil —intervino Tae, con una risa burlona. —Ya todos lo saben, pero tú ni cuenta te das.
—Kim... —murmuró Jungkook, pero su amigo no lo dejó continuar.
—Vamos a comer —dijo, cambiando de tema rápidamente.
Después de las clases, Jungkook llevó a Jimin a la cabaña en el bosque, furioso. Todos habían estado hablando de lo mismo durante todo el día: "¿Por qué no te das cuenta?", "Ya todos sabemos y tú no", "¿Cómo es que Jimin lo soporta?". ¿De qué se trataba todo eso? ¿Y por qué era tan urgente que Jimin tuviera que "soportarlo"? Jungkook no entendía nada. Si Jimin lo soportaba desde siempre, ¿por qué no podría seguir soportándolo ahora?
