Futuro

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Ese día cumplían tres meses de salir juntos. Tres meses que se habían pasado volando como hojas secas en otoño, estación que había empezado hace ya un tiempo.

Unos meses maravillosos dirían ellos.

Y aunque a muchas parejas les gusta celebrar su primer mes, su segundo mes, su tercero y demás, como si de un embarazo se tratase, cosa que a Sonic le pareció extremadamente cursi e innecesario en su momento. Ahora lo veía de una forma completamente diferente pues ahora tenía motivos para hacerlo, ahora tenía alguien con quien compartía sentimientos y con quien quería explorar su lado más cursi, un lado que desconocía por completo, y del cuál se solía avergonzar.

Y se sentía realmente bien, Sonic podría decir que ahora había tocado un pedacito de cielo, pues cada caricia y beso que recibía de su ahora novio lo hacían sentirse así.

En teoría, ahora podía entender a las parejas enamoradas de las que tanto se burlaba, mejor dicho, en la práctica, pues se había convertido en aquello que juraba destruir, un hecho que le causaba mucha gracia de algún modo.

Como toda pareja, ambos querían ponerse un apodo cariñoso, pero no sabían qué apodo ponerse. Apodos simples como "amor", "cariño" o "bebé" no eran del agrado de ninguno de los dos. Ambos estaban conscientes de que eran los más comunes entre las parejas y que era normal querer ser cursi cuando se tiene una, pero ellos tenían límites, y esa clase de sobrenombres sobrepasaban uno de ellos.

Sonic una vez intentó ponerle "chili dog" como apodo cariñoso a Shadow.

No le gustó.

No pueden culparlo, ese platillo no sonaba muy cariñoso, no sonaba nada cariñoso en ningún aspecto, no para el moreno. Así que por el momento Shadow se quedó como "Shads" o "Shady".

Por otro lado, el moreno resultó ser más creativo en ese aspecto, pues durante un día que habían salido a pasear al parque se le ocurrió un apodo perfecto para su pareja.

Sun-sun

Lo describía por completo, era básicamente lo que significaba para él, su sol, aquello que ilumina su vida día tras día, aquello que le da energía para seguir, aquello que le da calidez. Y sobre todo, algo que lo cambió para bien, alguien que lo apoya en cada aspecto, incluso en aquellos que no le gustaba de sí mismo o que le costaba superar. Un apoyo incondicional como ese merecía un apodo excepcional.

Se sentía felizmente cursi, realmente cursi. Nunca habría descubierto esa parte extremadamente vergonzosa de sí mismo si no fuera por aquel erizo de púas azules y pasión por las carreras.

Por suerte para él ya está prácticamente de vuelta, así que podía hacer aquello le gustaba junto a su pareja: correr.

Solían competir muy seguido, en competencias totalmente amistosas, evidentemente.

—¿Una carrera hasta la casa, mi Shady?—Sonrió con confianza.

—Amaneciste con ganas de perder, ¿verdad, Sun-sun?

—¡Oh!, creo que esta vez tendré suerte.

—¿Por qué estás tan seguro de ello?—Jugueteó bromista mientras le dedicaba una mirada retadora.

—Tengo un as bajo la manga.—Reveló

—De acuerdo, veamos si ese as puede darte alguna ventaja. —Se acomodó para empezar a correr. —¿Listo, Sun-sun?

Sonic asintió emocionado y sumamente confiado.

—¡3, 2,..!

Y antes de que pudieran dar riendas sueltas a su velocidad, Sonic se apresuró a acercarse y plantarle un beso en los labios a su novio, dejándolo aturdido y aprovechando aquella distracción para tomar la delantera.

Natural (Shadownic/Sonadow)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora