|Calma, te has preparado para esto| me repito constantemente en un intento por relajarme. Mi mano tiembla, el sudor escurre incluso por partes que no sabía que podían sudar. Pido permiso para ir al baño, cierro la hoja de mi examen y salgo del salón.
Al salir todos me miran con incredulidad e incluso se asombran, pues creen que he acabado en tiempo récord el examen.
–Disculpe joven, ¿se encuentra bien? –Dijo un paramédico
Los paramédicos se encuentran afuera de las salas, listos para atender a alguien, pues es común que la gente se desmaye durante el examen. Se trata de una de las mejores escuelas del continente y por ende de las más difíciles de entrar.
–Sí todo bien, solo voy al baño
–Muy bien
Al entrar me encierro en un cubículo y desato mi ataque de pánico. Comienzo a temblar como una vara de hierro al ser golpeada por otra.
–No eres tu propio miedo. Le dije a mi reflejo
–Y no puedes vivir con miedo. Agregué
–Pero tampoco sin él. Finalicé mi mantra y salí del sanitario
Al salir noté que un paramédico me estaba esperando, cuidando de que mi ataque de pánico no pase a mayores. Lo saludé con la cabeza y salí a terminar.
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Proyecto final: Hablar con extraños
RomanceHe tratado de amordazar mis malos recuerdos, pero todas las heridas como un mal bordado se abren con el tiempo, incluso las cicatrices que parezcan sanas.