Off Jumpol me ha dado por el trasero, pensó, aturdido. No sabía si reír o llorar, o si dar gracias a Dios porque por fin el hombre que había deseado durante tantos años había hundido su pene dentro de su cuerpo.
—De nada —susurró, por alguna razón quería que la intimidad entre ellos se prolongase—. Comprendió que en este momento disfrutaban de una tregua.
Mientras estaban así acoplados, eran simplemente dos hombres, dos amantes descansando después del juego sexual. Ya no eran dos enemigos, cada uno tramando como vencer al otro.
Off mantuvo una tranquilidad inusitada, como si reconociera también el patetismo del momento. Sin decir nada salió con ternura de su cuerpo y lo llevó de nuevo a la bañera.
Gun se mordió el labio, rehuyendo su mirada mientras lo bañaba. ¿Por qué estaba siendo tan dulce con él? se preguntó mientras sus manos le lavaban el torso. Decidió no cuestionar sus motivaciones y simplemente gozar del momento.
No obstante, reconoció que le gustaría que pudiera ser siempre así. Quisiera ser capaz de borrar el pasado, hacerlo desaparecer para siempre. ¿La traición de Leo planearía siempre sobre sus vidas?
Suspiró al tiempo que reconocía con tristeza que eso era lo más probable.
—No puedo creer que no permitas que me vista —siseó Gun a su marido. Sonrió tímidamente al criado que le estaba sirviendo la cena, luego se volvió de nuevo hacia Off mientras el sirviente desaparecía tan discretamente como había llegado—. El comedor en el que se encontraban era enorme y espacioso, decorado en estilo español.
Los pensamientos de Gun volvieron a centrarse en su desnudez. Éste era el tercer día que pasaba en la isla y todavía no se había podido poner ni una sola prenda de ropa. La buena disposición que había empezado a experimentar hacia su marido la noche de bodas se había disuelto, y la irritación había ocupado su lugar.
—De saber que iba a ser tratado de esta manera...
—¿Qué habrías hecho? —murmuró Off, y sus ojos penetrantes se clavaron en los de él.
Sus aletas de la nariz se ensancharon. Se habría casado con él igual y los dos lo sabían. Era eso u observar impotente como ponía en la calle a su madre y a su hermano.
—Espero que estés disfrutando...
—Muchísimo.
—...porque no va a durar siempre.
Él arqueó una ceja.
—¿No piensas cumplir tu parte del acuerdo? —Él acercó su vaso de Pinot Grigio a los labios—. Qué poca deportividad por tu parte, amor.
—Encontraré la manera de recuperar ATP Chemicals —masculló él—. Ya lo verás... —Silencio.
Gun se preguntó inútilmente por qué había estado atacándolo todo el día. Su desnudez no le había molestado tanto los dos primeros días de su luna de miel, ¿entonces por qué ahora?
Frunció el ceño. Se negaba a aceptar que quizás se sintiese rechazado porque, hasta el momento, él no lo había vuelto a tocar, desde la noche en que tomó su virginidad. Y esa no había sido precisamente la mejor forma de consumar su matrimonio. Ahora se sentía absurdo por haber albergado semejantes ideas románticas sobre él después de que eso hubiera pasado. Su orgullo, reconoció, se resentía al sentir su rechazo evidente.
Off posó el vaso de vino blanco y chasqueó las yemas de los dedos.
—No tienes ninguna posibilidad de recuperar la compañía y ambos lo sabemos. Ahora quiero ver como desaparece tu enfado y te comes el pescado.
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Peccati - OffGun
FanfictionGun sabe perfectamente que Off querrá vengarse de su familia... y lo hace, de una manera que Gun, nunca habría podido imaginarse ni en sus sueños más salvajes y perversos.