estrechez ━ sungjake.

04

El gemido que escapó de los labios de Jake cuando Sunghoon le chupó la lengua fue mejor que todas las películas porno que habían visto.

Jaeyun estaba deshaciéndose en sus brazos mientras Park maltrataba su boca con besos bruscos y salvajes, hundiendo la lengua lo más que podía en su garganta mientras el mismo Shim succionaba hacia atrás el músculo.

La polla de Sunghoon chocó con la cadera de su amigo y una oleada de desquicio se apoderó de él cuando bajó sus manos hasta las nalgas de Jake y las estrujó con los dedos abiertos, presionando con los índice en el medio.

-Oh, Dios... sí... -murmuró Jaeyun cuando Park sacó su lengua, bajando por su cuello para dar más lamidas superficiales.

Las manos de Jake estaban en todos lados. Sus hombros, su cuello, hasta llegó a sentirlas en su trasero, pero Sunghoon no se distrajo con eso y empezó a quitarle la camisa al menor. El pecho descubierto del chico blanquecino a excepción de esos rosados pezones más que erectos.

No había tetas, era plano totalmente y aún así no dudo en chupar uno de los pezones como si fuera un hombre sediento. Jake gimió, él jodidamente gimió cuando Sunghoon empezó a chupar y chupar, rodeando su pezon con la lengua en movimientos circulares hasta que quedó hinchado y dolido.

La lengua bajó hasta su estómago y se detuvo en su ombligo.

– Hoon, no ahí, es... - trató de decir, pero su amigo no le escuchó antes de besar con la boca abierta esa zona, arrancándole otro sonido vergonzoso.

Tener a su mejor amigo de rodillas, lamiendo y besando su estomago era tan raro, incluso más que besarse. Pero Jake no pudo siquiera pensar en detenerse, no cuando se fijó en la erección oculta debajo de los pantalones deportivos de Park. Se lamió los labios con hambre. Quería probarla, quería tener la polla en su boca hasta que el mayor olvidara a cualquier chica con la que folló en su vida.

– Quiero chupártela. - consiguió decir.

Sunghoon detuvo sus labios y se alejó de su ombligo, y antes de darse cuenta ahora era Jake el que estaba arrodillado, bajando sus pantalones hasta que el pene salió y golpeó su labio inferior.

– Joder, te ves tan... - dijo Park, mirando con las mejillas sonrojadas a Jaeyun cuando empezó a lamer lentamente la roja e hinchada cabeza.

Dios. Fue como si el alma le volviera al cuerpo.

Puso una mano en el cabello de Jake, pero no le impulsó, solo la dejó ahí. Shim había bajado las lamidas por toda la extensión de su polla hasta que llegó a sus preciadas bolas, tomando ambas en su boca y succionándolas, dejándolas salir con un morboso sonido antes de atraparlas de nuevo.

– Oh, Jake... - Park gimió fuera de sí. La boca de su mejor amigo era un pecado. Húmeda, estrecha. Se sentía de maravilla.

Cuando Jaeyun volvió a subir y tomó cada pulgada de su polla con la boca, Sunghoon dejó de intentar ser cuidadoso y lo atrajo usando el agarre en su cabello. Jake gruñó haciendo que la garganta le vibrase, la vena en el pene de Park presionada por la lengua de su mejor amigo.

Dios. Dios.

Sus caderas se mecieron sin cuidado, solo profundizando, manteniendo la cabeza de Jake en su sitio mientras solo le follaba la boca sin sacar ni un milímetro de su piel. Shim correspondió gimiendo alrededor de su pene y movía la lengua para humedecerlo. La saliva le escurría y creaba un chasquido de lo más sensual.

Sacó su pene de la calida boca, dejando amablemente que Jaeyun respirara al creer que lo estaba ahogando. Más equivocado no pudo estar. Pronto Jake volvió a inclinarse y a chupar con rigidez, lamiendo cada pedazo de la polla de Sunghoon, dejándola toda mojada y rojiza.