Rubio brilloso,
nívea tez,
la observé por el rabillo del ojo,
no me debía descubrir.
Lacio llovido,
cabello tan claro,
nariz muy bonita,
belleza celestial,
ojos color mar,
mirada de cielo abierto.
¡Que verguenza me iba a dar
si se daba media vuelta
y notaba al ser que la miraba
encandilado por su hermosura!
Sabiendo que podía perder la cordura
y que podía ser visto
dejé de observar aquella tersura
en contra de mi voluntad.
Tarde clara fue aquella
o tal vez cubierta de nubes toda.
Imposible recordar.
Sólo sé de esa belleza
cual visión de la misma Afrodita,
Al cruzar el gran puente
y detenerme a esperar.
ESTÁS LEYENDO
Poesía vestida de rojo
PoetryAntología de poemas que escribí en diferentes momentos. Obra registrada. Prohibida la copia total o parcial, esta obra es completamente de mi autoría. La portada también está hecha por mí. NO al plagio. Procura ser creativ@ y original.