Bonito chico de los lunares
y pecas casi invisibles,
¿cómo decirte lo precioso que eres?
Juro que no pretendo engañarte.
Créeme, yo no miento.
Nunca te haría algo así.
Deja de mirarme de esa manera
que me derrito —¿no ves?— así.
Por las pestañas oscuras que adornan tus bellos ojos
es difícil intentar mentir.
Cualquiera caería ente esa mirada.
Por favor, no te apartes de mí.
Deja que toque las pecas que adornan tus mejillas
y haga dibujos en tu piel nevada.
Contemplarte es todo un privilegio
y que tú lo hagas de vuelta, aún más.
Eres el mundo para una niña como yo
que todavía no comprende nada en absoluto
y que necesita de tu ayuda
para aprender a vivir.
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Poesía vestida de rojo
PoesíaAntología de poemas que escribí en diferentes momentos. Obra registrada. Prohibida la copia total o parcial, esta obra es completamente de mi autoría. La portada también está hecha por mí. NO al plagio. Procura ser creativ@ y original.