Capítulo 75

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El que estaba enfermo era Chu Yi.

El que sufrió también era Chu Yi.

El Qin Yiheng de hoy estaba incluso más emocionado que antes. En el pasado, sólo hacía a Chu Yi llamarlo laoshi y laogong.

Hoy, además de eso, hizo a Chu Yi decir que le gusta.

Después de que Chu Yi lo dijera, preguntó de nuevo.

"¿Cuánto te gusto?"

"Me gustas mucho."

"Conéctalo y dilo junto."

"Laogong, me gustas mucho."

"A mí también me gustas mucho."

...

En la noche, Chu Yi tuvo una nueva dosis de fiebre y de medicina para resfriados después de cenar. Qin Yiheng aún tenía asuntos que tratar por lo que después de cenar fue a su estudio.

Chu Yi no tenía nada que hacer así que lo acompañó hasta su estudio.

Originalmente, se sentó a un lado y buscó un libro en la estantería para leer, no obstante sólo después de leer un rato, Chu Yi se sintió aburrido.

Entonces, su atención fue captada por Qin Yiheng.

Qin Yiheng estaba tecleando muy seriamente. Todo el estudio se llenó del sonido del teclado. Chu Yi dejó el libro devuelta y se apoyó en la mesa para mirar a Qin Yiheng.

Mientras miraba, Chu Yi tuvo una malvada idea.

No sabía si la fiebre le había dado el coraje o si solo estaba usando la fiebre como una excusa. Chu Yi miró fijamente al muslo de Qin Yiheng. Poco después, se levantó y se sentó ahí.

Qin Yiheng estaba tecleando. Tras ser perturbado por Chu Yi, escribió palabras sin sentido en la pantalla.

Chu Yi ajustó su postura, de cara a Qin Yiheng, acomodó su mentón sobre el hombro de Qin Yiheng, y se acostó ahí con su cabeza hacia abajo.

"¿Puedo molestarte?" Preguntó Chu Yi.

Qin Yiheng rio y dijo, "¿Me estás preguntando cuando ya estás así?"

Chu Yi ayudó a responder a Qin Yiheng, "Puedo."

Qin Yiheng acarició la espalda de Chu Yi y continuó por terminar de teclear las palabras incompletas de justo ahora, luego reprodujo un video.

La voz vino desde el computador. Chu Yi se giró para mirar por curiosidad, luego giró su cabeza de nuevo.

Qin Yiheng se dio cuenta de que el Chu Yi enfermo era particularmente pegajoso.

Era tan pegajoso que lo hizo pensar en su primer encuentro.

Cuando estaban juntos en el bar, Chu Yi ya era un poco pegajoso. Después, cuando llegaron a la cama, Chu Yi también se pegó a él a morir.

"¿Tienes sueño?" Qin Yiheng palmeó a Chu Yi en la cabeza.

Chu Yi respondió, "Mn."

Qin Yiheng, "Después de tomar la medicina, efectivamente te sentirás con somnoliento."

Chu Yi, "Mn."

Qin Yiheng, "¿Vas a dormir?"

Chu Yi, "No."

Qin Yiheng, "¿Qué libro estas leyendo?"

Chu Yi pensó un poco en ello, "Me olvidé."

Qin Yiheng rio, "Lo leíste para nada."

A mi esposo le encanta el vinagre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora