Estaba caminando para calmar su frustración, necesitaba saber como sacar al animalito de esa casa e impedir que otro animal caiga en aquellas crueles manos, apretó los puños y los dientes, sentía rabia de no poder hacer nada. Se estaba devolviendo a casa cuando la puerta de la casa de enfrente se abrió, mostrando una alegre familia salir en auto.
Kazuha estaba apunto de enfrentarse a tales mujeres, pero se calmó y esperó pacientemente que se fueran, tenía un plan en mente.
El auto blanco se alejó lentamente, acelerando cada vez más, Kazuha sonrió y se acercó a la casa, nunca había hecho tal cosa antes pero por una ventana abierta se coló dentro del lugar.
Todo se veía prácticamente impecable y bonito, por razones que desconocía quería investigar el hogar, comenzó a buscar al gato subiendo las escaleras, cuatro habitaciones, una compartida, una para niños pequeños y otra ligeramente vacía y un poco dañada. Se rascó la nuca y bajó, buscando al minino se adentró en la sala de lavado, un sitio pequeño pero desordenado.
― Pspsps.. ― Movió sus manos esperando respuesta, mas no hubo ni una mosca.
Salió del cuarto y buscó en la cocina, pero nada, al final, quedaba una puerta media abierta, daba al almacén, cruzó la puerta lentamente y antes de que pudiera actuar sono chirriante, alarmando al albino, en ese instante se escuchó un golpe fuerte.
― Mierda! ― Abrió la puerta por completo y ahí lo vió, un chico de hebras moradas y desaliñadas en el piso lloriqueando.
― No.. no! Mamá te juro que no es lo que cre- ― Abrió los ojos y vió la figura albina observarlo.
― Quien eres tú?! ― Gritaron al unísono.
― Eso quiero preguntarme yo! ― Alegó el índigo.
― Ajá.. Si, abusador de animales! ―
― Yo?! ― Se mordió el labio haciendo puchero, no pudo contener mas las lágrimas y se largó a llorar en el piso.
De detras del congelador salió el minino a acercarse al menor, ronroneó restregándose en el de hebras moradas.
― Me llevaré este gatito. ― Se agachó y llamó al minino, quien se acercó sin rechistar.
― ¡No! ¡Por favor no te lleves a Kav, es lo único que mi mamá me dejó tener. ― Se quedó sin aire y respiró agitado. ― ¡Por favor! ― Se arrastró como pudo hacía el albino.
― Dime antes de que me enfurezca contigo, quien le hizo esto al gato. ― Le mostró las heridas de la espalda.
― Primero.. Fue Shogun. ― Contestó. ― Y yo me llamo Scaramouche. ― Aclaró, su voz temblaba y se notaba lo atemorizado que estaba.
― Ajá. ― Rodó los ojos, en realidad se lo creyó, lucía tan verdadero como el sonido de la puerta de enfrente.
¿La puerta de enfrente?
― Mier.. ―
― Llegamos. ― Gritó una mujer.
Kazuha dirigió su mirada al menor, quien comenzaba a tiritar aún más y sus ojos se llenaban de lágrimas.
Inspeccionó la habitación, la ventana alta y abierta llamó su atención, tomó al gato y al chico y subió, huyendo por el patio trasero, vaya suerte, no?. Salió por la calle de atrás y dió la vuelta hasta su casa, donde entró con sigilo, colando al menor en su casa.
― P-Por qué hiciste eso. ― Musitó, como si se le hiciese imposible hablar.
― Te veo asustado de esas personas, me preocupé y si, te creo que no le hiciste tal cosa al animal. ― Acarició al minino y sonrió en dirección al menor.
Scaramouche asintió, era muy débil como para enfrentarse a su familia, mucho mas a uno con favoritismo a su hermana menor, la cual era un monstruo en carne y hueso. Scaramouche sonrió.
― Tu.. nombre? ― Preguntó tímido, sin alzar mucho la voz.
― Kazuha. ― Contestó. ― Kaedehara Kazuha, es un gusto.. eh, Scaramouche Raiden. ― Saludó con cortesía aunque prácticamente lo secuestró voluntariamente.
La tarde pasó sin ninguna palabra.
― Yo.. debería irme. ― Se mordió el labio, ignorando el dolor que le causaba decir eso.― Seguro? ― Scaramouche asintió. ― Bueno, nos vemos.―
― Eh.. quédate con el gato, lo vendré a ver. ― Sonrió con pena y salió por la ventana, sin decir nada.
Kazuha se dignó a mirar por la ventana, el chico a lo lejos tocó el timbre del lugar, más luego de 2 horas finalmente abrieron para cuando el menor estaba casi muerto de frío, sintió una enorme pena por el pequeño, ahora entendía porque Beidou había reaccionado así cuando Kazuha mencionó esa familia. Aún asi, en su corazón necesitaba ayudar a aquel chico de hebras moradas y cara de muñequito, no merecía eso.
Miró al gatito, acarició su pequeña cabeza peluda y sonrió mientras el minino ronroneaba.
― Así que Kav, Eh? ― El minino giró la cabeza sin entender. ― Que lindo nombre, pequeño. ―
Decidido a cuidar al animal, bajó y sacó comida de su gato, podría decir que ambos tenían una edad parecida, quizás su gato gris era unos meses mayor, bueno, ambos eran machos.
― Lo siento Alhaith ― Acarició a su gato y se llevó la comida que dejó de la once anterior, el animal maulló pero luego ignoró por completo el hecho.
Subió las escaleras y volvió a donde el pequeño gato, quien había ocasionado un desastre hace unos segundos quebrando un vaso, pacientemente limpió todo y le dejó comida, se sentó en el piso y comenzó a escribir en su diario de vida.
"Hoy me colé en una casa ajena, fue divertido e hice un amigo nuevo, el cual es muy lindo y tierno, pero pobrecito el que está siendo maltratado, debo salvarlo."
Cerró el libro, jugó con el gato y finalmente se durmió con el minino, sinceramente, estaba feliz de haber conocido a Scaramouche, sentía un dolor en el pecho por como es tratado y también sentía aquellas ganas de see un héroe.
Ser su héroe.
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★ - єℓ cнicσ ∂є мi cαℓℓє - кαʑυscαrα - ★
Fanfic"En mi calle hay un chico precioso que nadie conoce, nunca sale de casa pero por mi siempre está en la calle." ✦- Kazuscara ✦- Historia larga ✦- original