★ - єℓ cнicσ ∂є мi cαℓℓє - кαʑυscαrα - ★

sυєñσs ∂υℓcєs

― Que sueño.. ― Se recostó en el colchón, un poco incómodo debido a su antiguedad.

Desde la puerta, se acercó una mujer de cabellos morados, adentrándose en la habitación de Scaramouche.

― Kuni. ― Le sonrió, siendo esto una sorpresa para el pequeño Kunikuzushi.

― S-Si..? ― No sabía por qué, su voz temblaba y sus manos se movían nerviosas, estaba ansioso.

― Ah, yo, eres mi hijo así que.. te compré esto, espero te guste. ― Ahora que se daba cuenta, su madre tenía unas ojeras muy notorias, por qué será?.

Apreció el lindo polerón, era blanco y tenía unas hojas otoñales, le recordaban mucho a Kazuha, su nuevo amigo.

― Gracias mamá. ― Su madre solo le sonrió, con una mirada apenada se levantó y salió de la habitación, Kunikuzushi no tardó en ponerse el polerón, y dormir con el.

Despertó acelerado, estaba.. en la escuela? No, estaba soñando y eso estaba claro, en sus sueños estaba en la escuela, haciendo lo mismo de siempre. Derrepente apareció Kaedehara Kazuha, cómo? no sabe, pero ahí estaba, sonriéndole como siempre.

Sin pensarlo, sin pensar en las burlas ni en los demás, corrió hacía él, empujando a quien se le atravesara. Parecía cada vez irse más lejos, la gente se iba desvaneciendo poco a poco, no quedaba nadie más que ellos dos.

― Kazuha.. espera! no me dejes! ― Sollozó, apresurando cada vez más sus pasos.

― Por favor Kazu..! ― Volvió a sollozar, está vez entre verdaderas lágrimas de desesperación.

― Kazuha.. ¡¡Kazuha!! ― Gritó, no había quien lo escuchara, nadie lo va a escuchar.. nadie.

Gimió ahogado y se levantó de golpe de la cama, sosteniendo su cabeza con una mano. Miró su mano libre, estaba tiritando como si se congelase, y su respiración agitada no ayudaba en nada. Pasó unos minutos para poder calmarse y entender que había pasado, solo era un sueño, no puede pasarle algo así por eso.

Se levantó y extrañamente en la mesa había un desayuno, pan (un poco quemado.), lo que llamó su atención fue el pequeño mensaje de parte de Ei. "Con amor, mamá", algo raro sucedía y no entendía nada, cada vez estaba todo más raro.

Abrió la puerta para irse a su escuela cuando una voz lo hizo frenar en seco, casi chillando del susto.

― Qué susto! Kazu!! ― El mayor sonrió y se acercó a Kuni.

― Vine a buscarte, ahora nos vamos juntos.. cierto? ― Scaramouche asintió, dándole un abrazo a Kazuha. ― por qué tan derrepente? ―

― Porque.. te quiero mucho. ― Kazuha soltó una risita, atrapando en sus brazos al menor. ― Gracias por quererme también querido.. "secuestrador" ―

― Sip, yo te quiero mucho. ―

Pasó unos minutos y el abrazó no se deshizo, de hecho Kazuha tomó de la cintura a Scaramouche y lo llevó así a la escuela dejándolo en el piso una calle antes para "no pasar vergüenza". Ambos entraron a la escuela y se separaron en sus respectivos salones.

― Zuzu! ― Sonrió Ayaka, ordenando su cabello en una bonita coleta.

― Ayaka! Y los novios? ― Ayaka se levantó de hombros, negando con la cabeza.

― Ni idea, ahora estamos solo nosotros dos. ― Kazuha asintió, sentándose junto a su amiga.

La clase pasó rápido, ni se enteró cuando terminó Química y empezó Matemáticas, estaba concentrado en pensar en Scaramouche, cómo estará, con quien estará, dónde estará (quien sabe, quizás se escapó). Sin darse cuenta, estaba sonriéndole a la nada, recostándose en la mesa.

― Qué te tiene tan feliz? ― Preguntó Ayaka, mirando de reojo a Kazuha.

― Kun.. digo, Scaramouche. ― La mayor bufó molesta.

No preguntó nada más, no quería saber de ese tal Scaramouche, no quería escuchar su nombre, ni mucho menos saber si Kazuha estaba enamorado de él, no soportaría verlos juntos.

― Salgan y sean buenos adolescentes. ― Habló con su tono habitual Faruzán, mirando a su ayudante caer en el escritorio. ― Ah.. Laila, duerme bien. ― La miró con pena.

― Ya, iré a ver a Scara.. ― Se levantó y salió corriendo, sin escuchar la respuesta de la mayor.

Entró y gritó el nombre del menor, asustando a Scara enel proceso. ― Santos Arcontes!! ―

― L-Lo siento. ― Miró a Scaramouche, quien lo miraba con rabia.

― Me moviste la pintura. ― Sin decir nada, se arrodilló frente al índigo. ― Q-Qué haces..? ―

― Lo siento!! ―

― Ush.. bueno, pero no vuelvas a hacer eso. ― Miró a Scaramouche, hasta enojado se veía lindo.

― En mi casa te veías más.. dócil. ― El índigo alzó una ceja, negándose rapidamente.

― Tonterías. ― Siguió dibujando, mirando de reojo a Kazuha. ― No lo digas tan alto.. ―

― Ah.. bien. ― Sonrió, finalmente levantadose y acariciando la cabeza del menor. ― Eres muy lindo. ― murmuró desconcentrando de nuevo a Scaramouche.

― tres.. dos.. ― Kazuha antes de pensar otra cosa, empezó a correr, por su vida, por su existencia, por todo. ― UNO!! ―

Salieron de la sala, Scaramouche, totalmente sonrojado y Kazuha riéndose mientras huía por su vida, finalmente terminaron detrás de la escuela, un poco desolada para esas horas.

― Espera, espera! Una patada en los huevos no por favor. ― Se cubrió su intimidad, asustado.

Miró su alrededor, no había nadie, se acercó y le dio un beso en la mejilla, poniendo igual de rojo al albino. ― E-Eh.. ―

Scaramouche no dijo nada y se abrazó a Kazuha, sin entender como, había disfrutado el pequeño obsequio del índigo, comenzará a ser un pequeño gusto molestarlo para llegar a esconderse ahí, un placentero gusto..