Su único gran crimen fue nacer y no ser elegida para vivir.
Alana fue expulsada del Arca al haber nacido minutos después de su hermano mellizo. Siendo una bebé, nadie esperaba que sobreviviera a la inhabitable Tierra, el cruel castigo pasaría desap...
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⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯⎯ notita importante al final <3
Últimamente, Coriane se sentía fuera de todo.
Fuera de los planes, fuera de las conversaciones, incluso fuera de sí misma. Recuperarse de su sueño inducido estaba representando un mayor reto de lo que pensó.
En todos los sentidos.
Físicamente aún no se sentía completa, su poder, aunque bien podía todavía sentirlo, estaba considerablemente debilitado, e incluso la gente a su al rededor, todo se sentía demasiado fuera de lugar.
Bellamy actuaba cada vez más extraño, distante, de repente el y Aren comenzaron a entenderse de una manera que jamás se lo pudo haber imaginado. Veía poco de Isadora, puesto que la muchacha todo el tiempo estaba esperando por noticias de Echo. Odeya y Adriel estaban muy ocupados encontrando la felicidad en todo ese desastre, y Coriane no se creía capaz de interrumpir esa felicidad que ambos tanto se merecían con sus tormentos. Y Jensen, él encontró un nuevo propósito entrenando a los niños.
Sorpresivamente, Isaac se convirtió en su único refugio en toda esa incertidumbre.
Si le hubieran dicho eso hace 8 años, hubiera golpeado a la persona que se atreviese a decirlo.
—¿Nada? —preguntó el rubio cuando Coriane abrió los ojos con un suspiro derrotado.
—Nada, otra vez.
Se levantó del suelo con la ayuda de Isaac, y se pasó las manos por la cara en un intento de aliviar un poco de tensión.
Había estado intentando conectar con los espíritus por días ya. Cualquiera. Terra, Ácora, Calión. Pero ninguno respondía a sus plegarias. Aquello era lo que más sola la hacía sentir.
—Pronto vendrá algo, Ann, tal vez solo tienes que fortalecerte más.
—Difícil, viendo que estamos en medio de una zona donde lo único verde que hay es el moho, el aire desesperadamente necesita un árbol, y el agua parece orina —su frustración podía oírse en su voz, y Isaac no encontró palabra alguna para tratar de ayudarla—. Necesito ir a contaminar mis pulmones un poco, ¿te veo más tarde?
El muchacho solo asintió, y con un pequeño suspiro, Coriane salió del Templo hacia la Polis destruida en busca de una ilusión de paz.
Mientras caminaba por los escombros que alguna vez fueron su hogar, no podía no pensar en por qué sentía que los dioses estaban abandonándola. Era un pequeña, pero existente voz en su interior que no lograba comprender por qué todo esto estaba pasando. Por qué sentía un vacío tan grande en su pecho, por qué no la ayudaban a recuperar el valle, o al menos le daban indicios de que sus animales pudiesen estar vivos.
