Capítulo 4

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"Me haces sentir que no es todo tan malo.."

Fui al baño y me vi en el espejo, todavía tenía la mejilla un poco roja asi que me mojé la cara con agua fría, lo que también me ayudó para calmarme.

Después me senté en el sillón a esperarlo a Mati mientras pensaba en lo que había pasado, se me cayeron un par de lágrimas más. Hasta que sentí vibrar mi celular, Mati había llegado. "Ya llegué Ari" me dijo, bajé a abrirle y ni bien abrí la puerta lo abracé con fuerza.

Él me devolvió el abrazo, después me agarró la cara con suavidad y me dijo..

-Estás bien Ari?-

Asentí todavía con los ojos llorosos, y me volvió a abrazar.

Después le dije que entre, y nos subimos al ascensor. Cada uno en una esquina miraba al suelo, esperando a llegar al piso número 8, con un silencio un poco incomodo. Hasta que por fin llegamos... entramos y le ofrecí agua, después nos sentamos en el sillón y empezamos a hablar de lo que había pasado.

-Nunca lo había visto tan enojado, y nunca me hubiese imaginado que sería capaz de levantarme la mano. Además, estabamos tan bien, poco a poco volvíamos a hablar más, y anteanoche me había regalado flores... me siento confundida-

-Pero si mañana él vuelve, lo perdonarías?-

-Capáz... es que son muchos años, y muchas cosas compartidas-

-Mirá, yo con Male estabamos por cumplir 4 años... y yo sé que duele, en serio, ella fue primera novia, mi primer amor, mi primer todo. Pero si te está haciendo mal, lo mejor es dejarlo ir-

-Y... ahora estas mejor sin ella?-

-Sinceramente, si-

Me quedé callada un rato..

-Pensá que hay mucha gente afuera que te quiere, no lo necesitas Ari- Me dijo, después me sonrió muy tierno.

Seguimos hablando, un poco de todo, y me hizo sentir muy bien, me hizo olvidarme de Sebastian y de todo lo que había hecho. Sentía que nada más eramos él y yo. Hasta que Mati mira su celular y se sorprende.

-Uy, ya es re tarde-

Empezó a agarrar sus cosas, pero yo no quería que se vaya.

-Ya te vas?- Le pregunté.

-Si... tenés que descansar, fue un día largo para vos-

-Mati, pará. Es que no quiero que te vayas-

Se quedó un poco confundido.

-Digo, si querés..- Agregué

-Obvio que quiero, si no es molestia-

-Noo, me hace bien estar con vos-

(...)

Después de un rato, me cambié y nos fuimos a acostar. Antes de dormir, comimos el helado que Sebastian no me había dejado terminar de comer, y me reí mucho. Realmente era tan gracioso que me hacía doler la panza con cada estupidez que decía.

Se hicieron las 4am y ya teníamos ganas de dormir, él se iba a ir al sillón pero yo lo frené y le pedí que duerma conmigo. Aceptó y yo me recosté sobre su pecho, podía escuchar su corazón palpitar, y su perfume olía muy bien.

-Mati..-

-Si?-

-Gracias por venir, en serio-

-A vos, por hablarme a mi-

-Jajaja, en realidad le escribí primero a Juani y después a Valen, pero ninguno me respondió-

-A viste, yo te dije que iba a estar para vos. Aca me tenés-

Miedo a amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora