Seguimos hablando, hasta que tocan la puerta, pensé que era uno de los chicos que se había olvidado algo, pero era Sebastian.
-Sebastian, que haces acá?-
-Hola mi amor, no te parece que tenemos que hablar?-
-Cómo entraste?-
-Becky me dejó subir- (la recepcionista).
-Ee... podemos hablar después?-
-Pero por qué? hablemos ahora dale-
-Sebastian. Andate- Le dije empujandoló para afuera.
-Amor, escuchame. No puedo vivir sin vos-
-No puedo hablar ahora, vení más tarde-
Él insistía en entrar, pero yo no lo dejaba.
-Ariana, arreglemos las cos...-
No terminó la oración, miró por detras de mis hombros.Cuando vi su cara miré detrás mío, y ví que Mati y Blas se habían acercado a ver que pasaba.
-Ya voy chicos, esperenme- Les dije.
-Por eso no querías que entre?- Dijo Sebastian. -Estas metiendo a hombres acá?-
-Andate Sebastian-
-No no- Él me hace a un lado y les empieza a gritar a los chicos.
-Que hacen acá ustedes?--Sebastian, somos sus amigos- Le dice Blas, y Sebastian lo empuja.
-Ey, calmate Sebas- Le dice Mati intentándolo frenar.
-Callate enano de mierda, vos desde hace días la venis jodiendo a mi mujer-
-Sebastian, andate de la casa ahora- Le grité.
-Para que te sigas acostando con estos dos? Puta de mierda-
Blas y Mati lo sacaron entre los dos, yo estaba avergonzada por lo que había pasado.
-Perdón chicos..- Les dije, me senté en el sillón y me tapé la cara, conteniendo mis ganas de llorar.
Los chicos se sentaron conmigo..
-Gracias por cuidarme, si no estaban no se que hubiera hecho-
-Tranquila Ari, sabes que vamos a estar para vos- Me dijo Blas mientras me abrazaba.
(...)
Nos quedamos un rato abrazados y Mati me acariciaba la espalda, hasta que a Blas lo empiezan a llamar por teléfono. Él se levanta y habla un rato, después vuelve y dice que se tiene que ir porque tiene que ir a buscar a su hermana.
-Perdón Ari, mi hermana necesita que la vaya a buscar. Igual, Mati quedate con ella por si el otro vuelve. Si pasa algo llamenme si?-
-Sisi, quedate tranquilo que yo me quedo- Le dice Mati.
-Chau chicos, los quiero-
Blas se va y con Mati seguíamos sentados en el sillón, yo seguía pensando con la mirada perdida.
-Ari, ey- Me dice y hace que levante la mirada -Ya está, ya pasó. Estoy acá con vos- Me abrazó.
-Gracias Mati-
Luego se levantó y me preparó un té, se sentó de vuelta y seguimos hablando.
-Si se le ocurre volver no se que voy a hacer porque me saca dos metros, pero a vos no te va a tocar ni un pelo- Nos reímos y nos miramos.
-Mati, en serio no te acordás lo que pasó anoche?-
-Te juro que no, estaba muy en pedo, si me tomé hasta el agua del inodoro-