D×D: El Regreso Del Dios Maligno

Capítulo 4: Visiones.

[Actualidad / 23-07-2018 / Japón, Ciudad De Kuoh / 3:02 PM]

El resplandeciente sol se cernía sobre todo Japón y en una de las tantas ciudades de aquel país, la ciudad de Kuoh, se está dando un pequeño suceso. Hyoudou Issei, hijo menor de la familia Hyoudou y la Serafín Gabriel, la mujer más fuerte y bella del cielo se han reencontrado después de no verse por un tiempo. Ninguno de los dos sabe cómo actuar ante esta situación pues no estaban preparados para esto, todo fue muy repentino. Por su parte Issei se encuentra bastante sorprendido, no espero reencontrarse con Gabriel hoy mismo, aunque este feliz por ver de nuevo a Gabriel no se preparó para esta situación. Por su parte la Serafín Gabriel tiene sentimientos encontrados, nervios, felicidad y sobre todo, miedo...

A pesar de estar feliz por ver de nuevo a la persona que ama aún siente miedo, miedo de saber cómo Issei reaccionaria, ¿Se sentirá feliz? ¿Se sentirá triste? ¿Sentirá odio hacia ella?, cada duda, cada pregunta atormenta su mente la cual se encarga de crear el peor escenario. Ella es muy inexperta en este tema, por esa razón su miedo es muy grande.

El silencio entre los dos reinaba en aquel lugar, ninguno sabía cómo seguir con la conversación, sin embargo Issei pudo darse cuenta de algo, miro a todos lados notando las miradas que se le eran dirigidas a Gabriel la cual parecía no darse cuenta, ante eso solo pudo soltar un suspiro, quedarse mucho tiempo en este lugar crearía problemas.

—Es mejor que vayamos a un lugar más apartado —Issei hablo un poco serio, ante aquel comentario Gabriel miro a todos lados por lo que entendió a que se refería.

—Esta...bien —Gabriel hablo un poco nerviosa.

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Hyoudou Issei y la Serafín Gabriel se encuentran caminando en uno de los tantos parques de la ciudad de Kuoh, nuevamente el silencio reinaba entre los dos pues ninguno sabía cómo iniciar una conversación, a pesar de estar felices por verse de nuevo los dos eran inexpertos en este tema.

—Esto es muy incómodo —Issei pensó nervioso, la tensión en el aire era notable. Miro a todos lados viendo que no había nadie alrededor por lo que soltó un suspiro. —Creo que este es un buen lugar, las miradas de aquellas personas eran molestas...

Se detuvo para mirar a Gabriel, pero antes de tan siquiera poder seguir hablando fue sorprendido por un abrazo de parte de Gabriel, bajo la mirada notando como Gabriel estaba soltando algunas lágrimas, ante aquello solo pudo formar una pequeña sonrisa por lo que correspondió el abrazo.

—Igual me alegra verte de nuevo Gabriel.

—Es bueno verte de nuevo, Issei-San —Gabriel hablo con una sonrisa, se apartó mientras se secaba las lágrimas.

—Será mejor sentarnos —Issei hablo con una sonrisa mientras señalaba una banca del parque, ante eso Gabriel asintió por lo que se fueron a sentar.

—Sí que ha pasado un tiempo desde la última vez que nos vimos —Gabriel hablo con una sonrisa.

—Sí, creo que ha sido más de un mes.

—Lo siento por irme sin avisar y por no haberte visitado durante este tiempo, los trabajos que se me encomiendan son bastantes difíciles, casi no descanso —Gabriel hablo un poco avergonzada.

—No te preocupes, sé que el trabajo de una Serafín es muy tedioso —Issei hablo con tranquilidad, realmente no le molestaba eso, sabe que el cargo que tiene Gabriel es muy pesado. En gran parte por eso la admira.

—¿Cómo te ha ido durante el tiempo que estuve ausente? —Gabriel pregunto con curiosidad.

Issei se quedó callado ante aquella pregunta, tardo unos cuantos segundos en procesar la respuesta por lo que decidió responder.