17 de Septiembre de 1906.
Me propongo usar por última vez este diario y dejar asentado lo que sucedió en las tierras de mi familia. Voy a intentar ser objetivo, aún sabiendo que es imposible en su totalidad, y sobre todo en un momento como este.
Desde que nací, hace casi dieciocho años, jamás me he alejado de la casa de mi familia.
Mi madre me transmitió su temor por el mundo externo. El miedo al infortunio, a lo imprevisto, a las enfermedades y los gérmenes. Ni siquiera conozco en totalidad la extensión de las tierras que pertenecieron a mi familia, y de las que ahora soy su único heredero.
Desde que mis padres no están, recibo la paga mensual por correo, correspondiente a un pueblo ubicado en un extremo de nuestras tierras, originalmente asentado por las familias de los empleados y peones.
A través de catálogos y revistas he podido comprar cualquier objeto, aparato, o servicio que pueda ser vendida por correo. Más que nada, libros.
El señor Del Valle, el peón favorito de mi padre, vive en una casa no muy lejos de la nuestra.
Desde que recuerdo nos asiste en los quehaceres domésticos, juntando leña, y trayéndonos alimentos frescos en una canasta una vez a la semana.
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El miedo
Fantasy1906. Estancia López Álzaga, 11 kilómetros de Ayacucho, provincia de Buenos Aires. El huérfano y único heredero, sufre de agorafobia y vive a través de los libros que compra por correo postal, ayudado por su peón el señor Del Valle. Una noche una l...